Una gran multitud de dolientes se ha congregado este sábado por la noche alrededor y dentro del Mausoleo del Imam Ali (la paz sea con él) en Nayaf para participar en las ceremonias de luto por la muerte del comandante de la Fuerza Quds, el teniente general Qasem Soleimani, y del subcomandante de las fuerzas populares iraquíes Al-Hashad Al-Shabi, Abu Mahdi al-Mohandes.
Estos dos prominentes comandantes fueron asesinados, junto con otros ocho militares, en un ataque perpetrado el viernes por orden directa del presidente de EE.UU. Donald Trump, en Bagdad, la capital iraquí.
Entre la multitudinaria marcha fúnebre de Nayaf, muchos de los participantes vestían de negro y portaban banderas de Irak, Irán y de las fuerzas populares del país árabe, además, gritaban lemas como “¡muerte a Estados Unidos!” y “¡venganza!”.
Los diez cuerpos de los mártires del atentado del viernes han sido recibidos entre lágrimas, después de que tuvieran lugar la misma jornada otros masivos funerales en Bagdad y la ciudad santa de Karbala, donde han participado varios comandantes de las fuerzas populares iraquíes, así como altas autoridades del país árabe.
En el funeral de Bagdad, ha estado presente el primer ministro interino iraquí, Adel Abdul Mahdi, quien ha calificado de “mártires” a los militares muertos y de “violación de la soberanía iraquí” al ataque estadounidense. También, han participado Nuri al-Maliki, exjefe del Gobierno de Irak; Faleh al-Fayad, asesor iraquí de Seguridad Nacional del país; así como Hadi al-Ameri, secretario general de la organización iraquí Badr y designado recientemente como nuevo subcomandante de Al-Hashad Al-Shabi.
Con esta ceremonia, los funerales han llegado a su fin en Irak. Por la noche, los cuerpos de Al-Mohandes y de los otros cuatro iraquíes que fueron asesinados el viernes serán enterrados en Nayaf, en el mayor cementerio chií del mundo.
El cortejo en Irak ha sido a nivel de “funeral de Estado”, dada la importancia de la figura de Soleimani entre la sociedad iraquí. En cuanto a los otros cinco cuerpos, incluido Soleimani, que murieron en el mismo ataque, serán enviados este domingo a Irán.
El destacado general persa será sepultado el martes en la ciudad persa de Kerman tras realizarse los funerales respectivos en Teherán (la capital iraní) y en el santuario del Imam Reza (P), en la ciudad sagrada de Mashad.
La muerte de Soleimani generó un consenso contra Washington tanto en Irak como el país persa. Varios movimientos iraquíes han considerado el ataque del viernes una “violación a la soberanía” de su país, por lo que han llamado a sus combatientes a “estar preparados” para una próxima batalla contra EE.UU.
Las autoridades persas, por su parte, han tildado el ataque de un “acto de terrorismo internacional” y han alertado a los “criminales” de EE.UU. que les espera una “dura venganza” por el asesinato de su héroe Soleimani, quien “refleja la cara internacional de la Resistencia”.
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