“Pedimos a las masas concentradas en la embajada estadounidense que se retiren por respeto a la decisión del Gobierno iraquí que así lo ha ordenado para preservar el prestigio del Estado”, reza un comunicado de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), recogido este miércoles por la cadena oficial de noticias Al-Sumeria.
Estas miliicas, que desde hace tiempo están integradas oficialmente a las FF.AA. de Irak, dirigiéndose a los manifestantes iraquíes, aseguran que “su mensaje ha llegado”, es decir, su rechazo al reciente ataque de EE.UU. contra las posiciones del Movimiento de Resistencia Islámica de Irak, conocido como Kataeb Hezbolá, en la provincia occidental de Al-Anbar, que se saldó con al menos 31 muertos y decenas de heridos.
Además, han aplaudido la postura del saliente primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mahdi, así como de otras figuras políticas y religiosas del país árabe que rechazaron y denunciaron “la brutal agresión estadounidense” contra posiciones de las Al-Hashad Al-Shabi.
Como consecuencia del ataque mortal estadounidense, miles de iraquíes se manifestaron ayer martes ante la embajada de EE.UU. en Bagdad, la capital, donde algunos indignados entraron por la fuerza al complejo y otros permanecieron más de 24 horas ante la entrada de la misión norteamericana.
Las fuerzas populares iraquíes emiten este comunicado un día después de que Abdul-Mahdi pidiera a los manifestantes que evitasen “cualquier agresión o acoso” a las embajadas o representaciones diplomáticas extranjeras.
Varias fuentes iraquíes han informado que los manifestantes, concentrados en las inmediaciones de la embajada estadounidense, han comenzado a abandonar la zona tras la solicitud de las fuerzas populares.
Al-Hashad Al-Shabi se formó en 2014 conforme a una “fatwa” (edicto religioso) emitida por el máximo clérigo chií de Irak, el ayatolá Seyed Ali Sistani, en la que llamó al pueblo a luchar, junto a las fuerzas gubernamentales, contra los terroristas.
Cabe destacar que las fuerzas populares iraquíes han desempeñado un rol determinante en la lucha contra el terrorismo y la derrota de la banda ultraviolenta EIIL (Daesh, en árabe), creada por los mismos gobernantes de la Casa Blanca, en Irak.
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