Se conoció su decisión a pocos días de las elecciones generales del 8 de junio en el Reino Unido, en las que las dos opciones más favorables para gobernar el país son: Corbyn y la candidata conservadora y actual premier, Theresa May.
“Yo lo quiero decir claramente. Dije muchas veces en la elección del 2015 que, si había un ‘hung parliament’, si la aritmética parlamentaria lo permitía, entonces yo querría que el SNP (Partido Nacional Escocés) fuera parte de una alternativa progresista a un partido conservador”, dijo el viernes Sturgeon.
Con estas palabras, la nacionalista escocesa dejó claro que esto no se trata de “una coalición”, explicando que es una cuestión de “tema por tema”, así que los laboristas tendrán la luz verde del SNP para poner en marcha políticas progresistas y una agenda progresista.
Yo lo quiero decir claramente. Dije muchas veces en la elección del 2015 que, si había un ‘hung parliament’, si la aritmética parlamentaria lo permitía, entonces yo querría que el SNP (Partido Nacional Escocés) fuera parte de una alternativa progresista a un partido conservador”, dijo la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon.
“Yo veo a los partidos en estas elecciones, incluyendo al laborismo, buscar implementar políticas que el SNP ya ha implementado en Escocia”, recalcó, para después reafirmar que sería parte de los progresistas, en el caso de que ningún partido obtenga la mayoría en la Cámara de los Comunes.
Si bien las encuestas significativamente se están estrechando entre conservadores y laboristas, Sturgeon cree que los conservadores podrían salir victoriosos el 8 de junio, pero al mismo tiempo considera que los votantes escoceses tendrán un “rol fundamental y decisivo” en el resultado final de las elecciones para reducir la mayoría de May.
Aun cuando hace un mes, los conservadores llevaban hasta 30 puntos de diferencia con los laboristas, el último sondeo de MORI reveló el viernes que la diferencia entre los tories y los laboristas ha caído de 15 a 5 puntos. A una semana de los comicios, la popularidad de Theresa May cayó del 55 al 43% y la de Jeremy Corbyn creció de 29 al 35%.
Escocia celebró en 2014 un referéndum de independencia que fracasó. Dos años después se celebró un referéndum sobre el Brexit —la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE)— con los británicos a favor de ello. Mientras tanto, Escocia es completamente proeuropea, votó contra el Brexit en el referéndum y quiere seguir siendo parte del bloque comunitario, por lo que busca un segundo referéndum de independencia.
La petición de los nacionalistas para este plebiscito fue rechazado por Theresa May, pero Corbyn confirmó que tendrá “discusiones abiertas” con el Gobierno escocés a este respecto, si es el primer ministro del Reino Unido. Parece que esta postura pudo cambiar la opinión de Sturgeon sobre su persona, ya que hace poco ella no consideraba al líder laborista como “una creíble alternativa” como primer ministro, pero ahora está dispuesta a colocarlo en Downing Street.
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