• El secretario general de Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá.
Publicada: miércoles, 16 de marzo de 2022 13:13
Actualizada: miércoles, 16 de marzo de 2022 17:18

El secretario general de Hezbolá, Seyed Hasan Nasralá, considera esencial la presencia del movimiento de resistencia en el Gobierno y el parlamento libaneses.

La experiencia nos ha demostrado que no podemos estar ausentes en ningún gobierno [...] por lo tanto, nuestra presencia en el Gobierno y el parlamento es fundamental para apoyar la resistencia, incluso si estamos en un gobierno cuyo jefe es un opositor”, ha destacado este miércoles Nasralá.

El líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) ha explicado, de este modo, las razones por las que Hezbolá se postuló en las elecciones generales de 1992 y 2005, aseverando que la participación tenía como objetivo apoyar a la Resistencia.

Tras referirse a las próximas elecciones parlamentarias previstas para el 15 de mayo, Nasralá ha enfatizado que la “batalla en las urnas de Hezbolá es la de sus aliados” y que el movimiento libanés trabajará por el éxito de los candidatos de sus aliados tal y como lo hace por sus propios candidatos.

“El objetivo no es la victoria de los candidatos de Hezbolá, sino lograr resultados para fortalecer la posición de nuestros aliados [...] Queremos que todos nuestros aliados triunfen junto con nosotros”, ha agregado, según recoge el portal Al-Nashra.

 

Por otro lado, Nasralá ha calificado las elecciones de mayo como una de “las batallas políticas más importantes y peligrosas”, cuyo resultado determinaría el destino de otras batallas. Ante tal coyuntura, ha llamado a la vigilancia hasta el anuncio de los resultados.

El Líbano se ha visto envuelto desde finales de 2019 en una profunda crisis financiera que ha provocado que la libra libanesa perdiera alrededor del 90 % de su valor frente al dólar, provocando el colapso de su sistema bancario.

Hezbolá considera que la crisis política y económica que vive El Líbano no es solo el resultado de problemas internos, sino más bien de una injerencia externa, pues, según el movimiento, EE.UU. quiere que el país árabe sea humillado y sumiso y que se rinda ante el régimen de Israel.

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