El Departamento de Estado de EE. UU. ha informado este viernes al Congreso de su plan para vender al régimen de Israel 6750 millones de dólares en bombas, kits de guía y espoletas, además de 660 millones de dólares en misiles ‘Hellfire’, según la Agencia de Cooperación en Seguridad de Defensa (DSCA, por sus siglas en inglés).
La DSCA ha alegado que la venta de bombas “mejorará la capacidad de Israel para enfrentar amenazas actuales y futuras, fortalecerá su defensa interna y servirá como elemento disuasorio ante amenazas regionales”.
Esta venta aún necesita la aprobación del Congreso, que probablemente no impedirá el envío de armamento al régimen de Tel Aviv, en medio de la visita del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, al país norteamericano.
Esta transacción forma parte de los intentos del presidente estadounidense por fortalecer el arsenal militar israelí. A finales de enero, poco después de asumir la presidencia, Trump revocó la restricción al envío de bombas de 907 kilogramos a Israel.
La Administración del expresidente Joe Biden había suspendido previamente la entrega de estas municiones debido a preocupaciones sobre el alto número de víctimas civiles, especialmente tras una agresión militar israelí contra la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.
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