Los dos empleados dijeron que su expulsión se había cursado, mediante una llamada telefónica de la empresa el jueves por la noche, horas después de organizar un evento en apoyo al pueblo palestino en el campus de Microsoft en Redmond, Washington, a la hora del almuerzo, según informó el sábado The Associated Press.
Ambos eran activistas miembros de una coalición de empleados llamada “No Azure for Apartheid”, que se ha opuesto a que la gigante estadounidense venda su tecnología de computación en nube al régimen israelí para continuar el genocidio en la Franja de Gaza.
Los activistas despedidos explicaron que, aunque el evento en apoyo a Palestina no obtenía la autorización de los responsables, el acto fue similar a otras campañas autorizadas de donación para personas necesitadas.
Abdo Mohamed, uno de los empleados expulsados, de nacionalidad egipcia, que trabajaba como investigador y científico de datos en la empresa, dijo que “muchos miembros de la comunidad de Microsoft han perdido familiares, amigos o seres queridos”. “Pero, Microsoft falló realmente a la hora de darnos un espacio donde poder reunirnos y compartir nuestro dolor y honrar la memoria de quienes ya no pueden hablar por sí mismos”, criticó.
Mohamed necesita ahora encontrar un empleo dentro de dos meses para no ser deportado de Estados Unidos.
Sin ofrecer más detalle, Microsoft confirmó el viernes que “terminó el contrato de algunos individuos de acuerdo con la política interna”.
Desde el inicio del genocidio israelí en Gaza, el pasado 7 de octubre de 2023, las oficinas de las gigantes tecnológicas estadounidenses como Microsoft, Amazon y Google han sido escenario de protestas de empleados contra el apoyo de dichas firmas a la campaña militar israelí en la Franja palestina que se ha cobrado hasta el momento casi 43 000 muertos.
El agosto, una investigación de los medios israelíes, la revista +972 Magazine y Local Call, destaparon que el ejército israelí utiliza los servicios de computación en la nube de Amazon para recabar y almacenar información de vigilancia sobre la población gazatí y herramientas de inteligencia artificial (IA) de Google y Microsoft para aplicar a fines militares.
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