Así pues, se cree que casi la mitad de los 64 estadounidenses que lucharon en las filas del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) y otras bandas takfiríes, ha logrado sobrevivir al conflicto, lo que suscita la preocupación de que algunos de esos militantes puedan regresar a sus hogares para causar estragos en suelo estadounidense, revela el estudio difundido el miércoles.
“Sabemos que los combatientes extranjeros adquieren las habilidades y redes militares para cometer ataques más letales si regresan a sus hogares”, dice Seamus Hughes, subdirector del Programa sobre Extremismo de la Universidad George Washington.
No está claro el número exacto de personas que salieron del país norteamericano rumbo a Oriente Medio. Las autoridades estadounidenses han podido identificar entre 250 y 300 que intentaron irse para unirse a grupos extremistas en Irak y Siria, aunque no todos lo lograron.
Sabemos que los combatientes extranjeros adquieren las habilidades y redes militares para cometer ataques más letales si regresan a sus hogares”, dice Seamus Hughes, subdirector del Programa sobre Extremismo de la Universidad George Washington.
De los que lograron llegar al extranjero, los investigadores encontraron a 12 que regresaron a Estados Unidos. La mayoría fueron arrestados, pero tres, hasta ahora, no han sido acusados públicamente por ningún delito. Muchos también murieron en combate y otros 28 están prófugos o su estado no estaba a disposición del público, según encontró el estudio.
Tras la derrota de Daesh en Irak y Siria, las Inteligencias estadounidenses y europeas han declarado recientemente que un número desconocido de extremistas de naciones occidentales, incluido Estados Unidos, siguen sin ser identificados por las autoridades, mientras están de vuelta en sus hogares en EE.UU. y Europa, por lo que representan una potencial amenaza terrorista dentro de los territorios del Occidente.
Los críticos dicen que el Gobierno estadounidense con la cooperación de la inteligencia del régimen de Israel y la financiación de sus aliados árabes en el Golfo Pérsico como es el caso de Arabia Saudí, crearon Daesh y alentaron su expansión en Medio Oriente para crear una guerra perpetua en esa región con el fin de favorecer los intereses de Washington en la zona.
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