Con las manos llenas de malicia lanzó un obús hacia el territorio yemení y rezó para que alcanzara su objetivo y matara (al pueblo yemení)”.
Las imágenes muestran a Al-Arifi, quien también ha decretado el fatwa (edicto religioso) de Yihad al-Nikah (guerra santa del sexo) en Siria, en las fronteras sureñas de Arabia Saudí, ofreciendo sermones para alentar a los soldados saudíes e invitarlos a luchar contra los yemenís.
Luego de declarar su disposición para participar junto a los soldados saudíes en la lucha contra el pueblo yemení, Al-Arifi lanza un obús hacia Yemen y reza para que “alcance su objetivo”, que, según el diario libanés Al-Akhbar, es “matar” el pueblo yemení.
¿Si (el régimen de) Israel hubiera invadido Yemen, Al-Arifi hubiera hecho lo mismo?”
“Con las manos llenas de malicia lanzó un obús hacia el territorio yemení y rezó para que alcanzara su objetivo y matara (al pueblo yemení)”, según explica el diario.
Cabe mencionar que, durante su discurso y en las fotos sacadas de él durante su presencia en las fronteras sureñas saudíes, el clérigo tiene el dedo hacia el cielo, una marca del grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
A su vez, los usuarios de redes sociales han condenado esta postura de Al-Arifi y han cuestionado la indiferencia de los clérigos saudíes ante los ataques israelíes contra el pueblo de Gaza y su falta de apoyo al Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
“¿Si (el régimen de) Israel hubiera invadido Yemen, Al-Arifi hubiera hecho lo mismo?”, han preguntado.
En el historial de Al-Arifi, se destacan su decreto religioso especial que permite a los terroristas en Siria acceder a matrimonios de corto plazo con mujeres sirias, otros decretos de similar inmoralidad para incitar a la violencia, y organizar un evento para recaudar fondos dedicados a las bandas armadas que combaten contra las fuerzas gubernamentales en el país árabe, entre otros.
El pasado 26 de marzo Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el visto bueno de las Naciones Unidas, pero con la luz verde de Estados Unidos, en un intento por restaurar en el poder al dimitido presidente Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
El día 12 de abril, el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí alegó que su país solamente busca acabar con los ataques del movimiento popular Ansarolá “contra civiles” y justificó que la intervención de Riad, junto con sus aliados, responde a una petición de Mansur Hadi.
No obstante, según han asegurado fuentes yemeníes, los ataques de Arabia Saudí se han cobrado la vida de al menos 2571 civiles, incluidos 381 niños menores de 15 años y 214 mujeres, 5 de ellas embarazadas.
Los bombardeos saudíes contra Yemen han recibido duras críticas tanto a nivel regional como internacional. Miles de yemeníes salieron el pasado viernes a las calles del país para condenar la invasión de Arabia Saudí.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó el pasado jueves su preocupación por la intervención militar de Arabia Saudí en Yemen, advirtiendo de que agudiza aún más la crisis en este país y amenaza la región.
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