“Los enemigos han llegado a la conclusión que no deben lanzar una guerra directa contra la República Islámica de Irán porque no podrán ganar la batalla”, afirmó el miércoles el general de brigada Abolfazl Shekarchi, el portavoz jefe de las Fuerzas Armadas iraníes.
Shekarchi hizo estos comentarios en una ceremonia celebrada en la ciudad de Ahvaz (suroeste) para conmemorar a los mártires del atentado terrorista acaecido en esta ciudad el pasado 22 de septiembre, que dejó 24 muertos y unas 60 heridos, entre ellos niños, mujeres y reporteros.
Los enemigos, añadió el militar iraní, mediante falsa propaganda han generado caos e inseguridad en los países islámicos del oeste de Asia. Asimismo, denunció el rol destructivo de los regímenes de Israel, Arabia Saudí y Baréin, que apoyan los grupos terroristas en la región.
Los enemigos han llegado a conclusión que no deben lanzar una guerra directa contra la República Islámica de Irán porque no podrán ganar la batalla”, afirmó el general de brigada Abolfazl Shekarchi, el portavoz jefe de las Fuerzas Armadas iraníes.
“Los actuales incidentes terroristas” ya no son un tema extraño en el mundo musulmán, ya que estos actos de terror provienen del pensamiento wahabí, señaló el vocero militar iraní.
El grupúsculo terrorista Al-Ahvaziya en un principio reivindicó la responsabilidad del atentado mortífero en Ahvaz, pero horas después, el grupo extremista takfirí EIIL (Daesh, en árabe) admitió la autoría de esta ataque.
El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ordenó de inmediato a los servicios de inteligencia del país que identificasen con celeridad a los autores y prometió un duro castigo a los responsables del ataque.
Una semana después, la División Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) atacó con misiles balísticos la sede de los autores intelectuales del ataque en Siria, matando a muchos de ellos.
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