“China apoya con firmeza a Cuba en la defensa de su soberanía nacional y dignidad, y se opone a la interferencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Cuba. Estados Unidos necesita dejar de intimidar y de bloquear a Cuba, devolver al pueblo cubano sus tierras y quitar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores de terrorismo”, denunció el viernes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian.
En otra parte, indicó que, “en los últimos años, las sucesivas administraciones de Estados Unidos han prometido en múltiples ocasiones que cerrarán las instalaciones de detención de la Bahía de Guantánamo, pero no lo han hecho. A pesar de las reiteradas protestas del Gobierno cubano, Estados Unidos ha ocupado ilegalmente parte de la Bahía de Guantánamo durante más de 120 años”.
En este sentido, Lin acusó a EE.UU. de “violar gravemente el derecho internacional y socavar la soberanía, los derechos e intereses de Cuba”, alegando que no solo ha “ocupado ilegalmente durante largo tiempo parte de la Bahía de Guantánamo”, sino que además ha llevado a cabo “detenciones arbitrarias y torturas” en sus centros de detención con el fin de “obtener confesiones”.
Recordando que las Naciones Unidas han pedido reiteradamente el cierre de estos centros de detención y el trato justo de los detenidos en ellos, el portavoz chino remarcó que “El reiterado incumplimiento por parte de Estados Unidos de su promesa de cerrar este ‘campo de concentración’ gestionado por él mismo sólo añadirá una mancha más al negativo historial de Estados Unidos en materia de Derechos Humanos”.
Por lo tanto, Lin criticó “la hipocresía y el doble estándar” de la presencia estadounidense en la Bahía de Guantánamo”, subrayando que Washington “mantiene a Cuba en la lista como supuesto Estado patrocinador de terrorismo, mientras sigue practicando “detenciones arbitrarias masivas” tras “más de un siglo de interferencia ilegal de estadounidense en Cuba”.
La base naval de Guantánamo, con dos aeródromos y varios muelles, espigones y amarraderos con capacidad de atraque para distintos tipos de buques, jugaba un papel importante para EE.UU.
Las relaciones entre EE.UU. y Cuba se rompieron tras la Revolución cubana en 1959, pero, pese a ello, el país norteamericano mantuvo su base militar, un hecho que siempre ha sido visto como un reflejo del imperialismo del Gobierno estadounidense y como un acto ilegal por la mayoría de los Estados, no desprovisto de polémica.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha criticado la “impunidad” de las autoridades responsables de la base de malos tratos y ha denunciado que el campo de detención que hay en Guantánamo sigue siendo escenario de prácticas reprobables contra las personas allí retenidas.
ayk/tqi
