Ese es el resultado directo de la legitimidad concedida a Irán con el acuerdo en curso, y la prueba de que el crecimiento económico tras el levantamiento de las sanciones (internacionales) será explotado por Irán para armarse y no para garantizar el bienestar del pueblo iraní".
Ese es el resultado directo de la legitimidad concedida a Irán con el acuerdo en curso, y la prueba de que el crecimiento económico tras el levantamiento de las sanciones (internacionales) será explotado por Irán para armarse y no para garantizar el bienestar del pueblo iraní", ha precisado este lunes el ministro de inteligencia del régimen israelí, Yuval Steinitz.
El presidente ruso, Vladimir Putin ha firmado este lunes un decreto por el que elimina la prohibición del suministro del sistema antiaéreo ruso S-300 a Irán, según ha informado el Kremlin.
Según el canciller ruso, Serguei Lavrov, esta decisión ha sido tomada en un intento por facilitar el avance en las conversaciones nucleares entre Teherán y el G5+1 (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
El anuncio viene después de que Irán y el Sexteto llegaran (el pasado 2 de abril) a un principio de acuerdo sobre el programa de energía nuclear, tras meses de diálogos.
La decisión rusa, también, ha levantado las críticas del Gobierno estadounidense que ha manifestado su preocupación.
El secretario de Estado, John Kerry, manifestó su preocupación ante su homólogo ruso, Sergei Lavrov, durante una comunicación telefónica, ha afirmado la portavoz adjunta del Departamento de Estado de EE.UU., Marie Harf.
De igual forma, el Pentágono ha expresado su preocupación sobre la reciente medida de Moscú. "Nuestra oposición a estas ventas es pública y de larga data. Creemos que no ayuda", ha declarado el portavoz del Pentágono, el coronel Steve Warren (foto inferior), a la prensa.
No obstante, la medida ha sido acogida con beneplácito por las autoridades iraníes, ya que, según han insistido, el desarrollo de los vínculos Teherán-Moscú favorece la estabilidad y seguridad de la región de Oriente Medio.
Teherán y Moscú rubricaron en 2007 un contrato de 800 millones de dólares, por el cual Rusia debía haber suministrado al menos cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300, capaces de interceptar y destruir simultáneamente varios misiles y aviones.
Sin embargo, Moscú, durante el mandato del presidente Dmitri Medvedev, se negó a entregarlos, en virtud de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) que prohibía el suministro armamentístico a Irán.
Los misiles antiaéreos S-300 son similares a los Patriot estadounidenses y capaces de seguir y abatir varios blancos simultáneamente a alturas de hasta 27 kilómetros, con un alcance de 200 kilómetros.
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