Al presentar su informe anual sobre la situación humanitaria en el país sudamericano, el organismo resaltó los avances en las negociaciones en Cuba entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero advirtió sobre el riesgo de que organizaciones ilegales ocupen los espacios de esa guerrilla.
El organismo señaló que uno de los desafíos del posconflicto será la desarticulación de grupos armados que todavía controlan terrenos apropiados mediante la violencia. La desarticulación de estos grupos "constituye un desafío permanente para la paz", apuntó.
Es posible prever que el fin de las hostilidades y la desmovilización de la guerrilla podría generar vacíos de poder y disputas por controlar las rentas ilícitas", indica el reporte anual de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACDH).
El organismo señala como antecedente lo ocurrido con los integrantes del movimiento político de izquierda, Unión Patriótica de Colombia. Formado a raíz de un frustrado proceso de paz, unos 3000 dirigentes políticos y simpatizantes de esa agrupación fueron asesinados entre 1980 y 1990.
"Es posible prever que el fin de las hostilidades y la desmovilización de la guerrilla podría generar vacíos de poder y disputas por controlar las rentas ilícitas", indicó el reporte.
Según el organismo de la ONU, la población en general y los funcionarios públicos y líderes sociales que defienden derechos o se oponen a los intereses ilegales son víctimas ya de esa violencia. De igual modo, el informe alerta sobre la situación de los defensores de derechos humanos en el país, y destaca cómo en el 2015 se registraron 295 ataques contra 885 activistas, de los cuales 41 fueron asesinados.
Desde noviembre de 2012 el Gobierno de Colombia y las FARC mantienen diálogos de paz en La Habana, Cuba, con el objetivo de alcanzar un armisticio que ponga fin a un conflicto armado interno de más de medio siglo de existencia, que se ha cobrado más de 220.000 vidas, según cifras oficiales.
La fecha fijada por las partes para la firma del armisticio era la de este miércoles, 23 de marzo, pero por falta de consenso en algunos puntos de la agenda se ha debido aplazar por tiempo indefinido. Se prevé que este miércoles se anuncie el cese al fuego bilateral lo que implicaría la dejación de armas por parte de las FARC, lo que sentaría las bases para sesenta días después de comenzar la etapa de posconflicto.
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