Teori Zavascki, magistrado del STF (siglas del Tribunal) y quien lleva todos los procesos vinculados al gigantesco escándalo de corrupción de la operación Lava Jato, permitió el martes investigar a Rousseff y al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva por supuesta obstrucción a la Justicia en la trama de corrupción de Petrobras.
La Corte Suprema del gigante sudamericano dio así su visto bueno a la reapertura de un análisis suspendido en octubre de 2015, después de que el fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, lo solicitara en mayo, basándose en llamadas telefónicas secretas entre Rousseff y Lula, estando este último en el cargo.
También se investigará, por decisión del STF, a los exministros Aloizio Mercadante y José Eduardo Cardozo, al senador destituido Delcídio do Amaral y a los magistrados de la Corte Suprema Francisco Falcao y Marcelo Ribeiro Dantas, según han publicado medios locales.
Lula no se opone a ninguna investigación que se lleve a cabo de modo legal y cumpla las garantías fundamentales", explicó la defensa del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva
El informe se produjo el mismo día en que Rousseff, separada de su cargo desde el pasado 12 de mayo para que se estudie si es culpable de haber maquillado los fondos públicos, volvió a reiterar que es "inocente" y pidió que se ponga fin al juicio político (impeachment) en su contra. Por su parte, Lula denunció la semana pasada un juicio anticipado de los fiscales encargados de las pesquisas sobre Petrobras.
La decisión del STF provocó la indignación de los abogados de Lula da Silva, quienes señalaron en una nota de prensa que el exmandatario "jamás practicó ningún acto que pueda constituir crimen de obstrucción a la Justicia".
"Lula no se opone a ninguna investigación que se lleva a cabo de modo legal y cumpla las garantías fundamentales", explicó la defensa de Lula.
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