• El canciller boliviano, Rogelio Mayta (izq.), condecora al embajador ruso Vladimir Ivanovich Sprinchan, La Paz (capital boliviana), 11 de diciembre de 2020.
Publicada: miércoles, 17 de marzo de 2021 3:39
Actualizada: miércoles, 17 de marzo de 2021 13:39

Bolivia cuestiona la autoridad moral del secretario general de la OEA, Luis Almagro, para defender a la detenida exmandataria de facto Jeanine Áñez.

La Cancillería de Bolivia rechazó el martes a través de un comunicado la competencia moral del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para pedir la liberación de Áñez, expresidenta de facto boliviana.

La Policía de Bolivia detuvo el sábado a Áñez y cuatro de sus colaboradores por sus vínculos con el golpe de Estado contra el presidente Evo Morales en noviembre de 2019.

“El Sr. Almagro no tiene la autoridad moral ni ética para referirse a Bolivia, después del daño profundo que le hizo al pueblo boliviano con su injerencia colonialista durante el proceso electoral del 2019”, se menciona en la nota del Ministerio boliviano de Asuntos Exteriores.

 

El texto fustiga que Almagro no toma en cuenta a “las víctimas de gravísimas violaciones de derechos humanos cometidas por el Gobierno de facto que abusó de su poder para perseguir, torturar y asesinar a quienes tienen y tenían como enemigos políticos.

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A su vez, el ministro de Justicia y Transparencia de Bolivia, Iván Lima, en una entrevista con la agencia rusa de noticias Sputnik, dijo que la Administración boliviana seguirá investigando los delitos de Áñez y sus exministros y dará oportunidad a los acusados de explicar por qué sacó a las calles a las Fuerzas Armadas y a la Policía para que repriman las protestas en la era posgolpe.

El interinato de Áñez, instalado tras el golpe de Estado contra Evo Morales, está ante un aluvión de críticas por sus crímenes, sobre todo las masacres de Sacaba y Senkata, donde murieron decenas de civiles. Al menos 36 víctimas mortales, decenas de heridos y detenidos fueron los saldos de la violenta represión de protestas tras el golpe que obligó al expresidente Evo Morales a renunciar de su cargo. 

Desde 2006 hasta 2019, el Gobierno de Bolivia fue administrada por Morales y, bajo su mandato, la economía del país andino floreció. De acuerdo a cifras del Banco Mundial, en ese periodo los índices económicos registraron un crecimiento superior al 4 % anual. Después de ganar las elecciones presidenciales de 2019, con 46,83 % de los votos, dimitió el 10 de noviembre tras un golpe de Estado en su contra orquestado, según informes, por Estados Unidos. El mismo Morales dijo en su día que había optado por esa medida para evitar más actos de violencia.

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