El ministro del Interior de Bolivia, Arturo Murillo, ha enviado un memorial a la fiscalía boliviana en la que solicita que se investigue a los fundadores del partido Podemos, Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón; al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y al exjuez Baltasar Garzón por sus supuestos vínculos con el presidente depuesto boliviano Evo Morales.
En la nota enviada al fiscal general, Juan Lanchipa, publicada este lunes en su cuenta en Twitter, el ministro ha indicado que las personalidades españolas, algunas ligadas al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y a su aliado Unidas Podemos, deberían declarar “en calidad de testigos” sobre el incidente en el que la Policía local bloqueó a agentes diplomáticos españoles que trataban de ingresar a la embajada mexicana en La Paz (capital administrativa de Bolivia).
Murillo ha acusado en el documento de que un grupo de “personas encapuchadas” que las considera súbditos españoles buscaban romper el cerco de seguridad de la policía boliviana en torno a la residencia diplomática mexicana, donde presuntamente está refugiada “una decena" de funcionarios del Gobierno de Morales, incluidos los ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y de Culturas, Wilma Alanoca, acusados de sedición y terrorismo.
— Arturo Murillo (@ArturoMurilloS) January 6, 2020
La citación se produce para esclarecer las relaciones de determinados cargos del Gobierno de Morales con el narcotráfico y el uso de ese dinero para la propagación de iniciativas políticas de izquierda.
La solicitud al fiscal fue formalizada tres días después de que Murillo anunció un acuerdo con cargos del partido ultraderechista español Vox para investigar si hubo pagos a Podemos con dinero público boliviano y pedirá citar en Bolivia a políticos españoles.
Los representantes de Vox, que se reunieron con varias autoridades locales, no ocultaron su simpatía con el gobierno de facto de Jeanine Áñez, la presidenta autoproclamada el 12 de noviembre pasado tras la renuncia forzada de Evo Morales (2006-2019), durante la reciente crisis postelectoral de Bolivia.
Iglesias, Rodríguez Zapatero y Garzón han visitado Bolivia durante el Gobierno de Morales, asistiendo a reuniones y actividades académicas. Garzón forma parte del equipo jurídico que asumió la defensa de Morales ante los juicios planteados por el gobierno de facto.
Tras los incidentes en la legación mexicana en La Paz, Áñez declaró personas no gratas a la embajadora de México en Bolivia, María Teresa Mercado, a la encargada de Negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, y al cónsul español, Álvaro Fernández, y ordenó que los tres mencionados abandonasen el país andino en un plazo de 72 horas.
La medida provocó el rechazo de México y España. Este último, recurriendo a una medida recíproca, expulsó a tres diplomáticos bolivianos de su territorio nacional.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que el asedio a la sede diplomática de su país en La Paz es algo que no hizo ni Augusto Pinochet durante la dictadura en Chile (1973 y 1990).
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