La jefa del programa de Irán en el instituto de investigación de seguridad del régimen israelí, Sima Shine, advierte que la entidad sionista atraviesa un periodo muy negativo debido a los eventos internos, y pide a los líderes del régimen que estén “extremadamente atentos”.
En este contexto, durante una reunión, Shine calificó a Irán como “el principal desafío de seguridad” del régimen de Tel Aviv, refiriéndose al progreso iraní en el programa nuclear y su influencia regional entre los diversos componentes del Eje de la Resistencia como el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), y los movimientos palestinos, HAMAS y la Yihad Islámica.
La exagente del servicio de espionaje israelí (el Mossad), también alerta de las tensas relaciones de Israel con Jordania y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), y el distanciamiento con Arabia Saudí y Estados Unidos.
El presidente del régimen sionista, Isaac Herzog, calificó el domingo el conflicto en torno al plan de reforma judicial como “la crisis interna más grave desde la creación” de Israel en 1948, el cual ha afectado a muchos sectores.
Decenas de miles de israelíes volvieron el sábado (por 19.ª semana consecutiva) a tomar las calles de los territorios ocupados para manifestar su protesta contra el proyecto de reforma judicial, que impulsa el gabinete del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El plan de la reforma judicial impulsada por Netanyahu limitaría la autoridad de los asesores judiciales, y permitiría que una mayoría simple de parlamentarios pueda anular una sentencia del tribunal supremo que implique derogar una ley o una decisión del gabinete.
Conforme advierten autoridades y expertos, Netanyahu ha planteado la “reforma judicial” para librarse de sus juicios por cargos de corrupción, soborno y traición a la confianza en su contra.
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