En una entrevista concedida al diario israelí Yedioth Ahronoth y publicada este domingo, Herzog ha calificado el conflicto en torno por el plan de reforma judicial como “la crisis interna más grave desde la creación” de Israel, el cual ha afectado a muchos sectores.
Asimismo, ha puesto de relieve que las negociaciones para encontrar una solución a este conflicto no tendrán éxito; “no me avergonzaré de decir quién es culpable desde mi punto de vista”, ha agregado.
A pesar de las protestas en su contra, Herzog ha alegado que toda la gente “tiene confianza en mí” señalando que ha rechazado una oferta para renunciar al cargo. “Rechacé esta oferta y no parece que sea apropiada en absoluto”, ha sostenido.
Decenas de miles de israelíes volvieron el sábado (por 19.ª semana consecutiva) a tomar las calles de los territorios ocupados para manifestar su protesta contra el proyecto de reforma judicial, que impulsa el gabinete del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
El plan de la reforma judicial del gabinete de Netanyahu limitaría la autoridad de los asesores judiciales, y permitiría que una mayoría simple de parlamentarios pueda anular una sentencia del tribunal supremo que implique derogar una ley o una decisión del gabinete.
Conforme advierten autoridades y expertos, Netanyahu ha planteado la “reforma judicial” para librarse de sus juicios por cargos de corrupción, soborno y traición a la confianza en su contra.
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