En un artículo publicado este sábado, el portal de la cadena iraní Al-Alam aborda los últimos incidentes ocurridos en Israel, desde ataques contra sus buques hasta las explosiones en sus instalaciones por razones desconocidas.
A finales de febrero, el barco MV Helios Ray, de propiedad israelí, registró una explosión en el mar de Omán, pero su tripulación no resultó herida, aunque se reportaron daños materiales; más tarde, en marzo, otro buque de portacontenedores también israelí, propiedad de la empresa XT Management, fue objetivo de un ataque con misiles en el mar Arábigo.
Por otro lado, a mediados del pasado abril, el barco comercial Hyperion, afiliado a la empresa israelí PCC, fue blanco de un ataque en las inmediaciones del puerto de Fujairah, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Según relata Al-Alam, la característica común de estos incidentes es que no hubo víctimas y solo pérdidas financieras; además, en todos ellos el régimen israelí acusó a Irán de estar involucrado sin proporcionar pruebas.
Por otro lado, el artículo se refiere a la potente explosión que sacudió el 20 abril una “sensible” fábrica israelí de misiles durante una prueba de armas avanzadas. No obstante, los funcionarios alegaron que había sido el resultado de pruebas normales, sin ofrecer más detalles al respecto.
Justo un día después, se disparó un misil a 30 km de la planta nuclear de Dimona, ubicada en el desierto del Néguev (sur de la Palestina ocupada), pero no se publicaron detalles tampoco. De hecho, tanto Israel como los medios locales censuraron completamente el incidente.
En otra parte, hace alusión a una estampida humana que ocurrió el jueves tras un aparente estallido de pánico en un lugar en el que se hacinaban decenas de miles de ultraortodoxos judíos durante el festival de Lag Ba’omer, en el sur de la ocupada Cisjordania y que dejó al menos 45 muertos.
Como último, este viernes, un enorme incendio estalló en la refinería israelí de petróleo Bazan, en la ciudad de Haifa, en el noroeste de los territorios ocupados palestinos.
Tal y como concluye Al-Alam, todos estos incidentes muestran la creciente inestabilidad que reina en los territorios palestinos ocupados por el régimen de Israel, acusado de jugar con fuego por sus medidas crueles en la región.
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