Continentes: Stella Calloni y Mariano Vázquez: La nueva Contra en Nicaragua

Una vez más, Estados Unidos mete su cola en América Latina. Como siempre sucede en estos casos, los llamados golpes blandos, comienzan con protestas de la población.

A veces inducidas, a veces genuinas, pero luego la manipulación mediática y la intervención de oenegés afines a la oposición derivan estas protestas en ataques a la democracia

Se trata de un libreto muy conocido en la región, y difícil de controlar, sin que termine en un baño de sangre, que es finalmente lo que busca Washington, para derrocar al Gobierno de Daniel Ortega.

En Nicaragua las protestas comenzaron con el anuncio de una serie de reformas sobre la seguridad social y las pensiones. Sin embargo, rápidamente se transformaron en actos de extrema violencia, donde se detectaron numerosos infiltrados que provocaban grandes disturbios.

Comenzaron a aparecer cuentas de Twitter y de Facebook, de sospechosa procedencia, que llamaban a la rebelión. Así se fue avivando la llama, que llevó al país a una delicada situación de la democracia. Con el paso de los días, el papel de Estados Unidos se fue mostrando cada vez con mayor evidencia, y así ha venido siendo denunciado. La USAID, una vez más, es la organización estadounidense que lleva adelante este plan golpista.

Financiando a los grupos opositores y oenegés dando letra y creando el clima social ideal para la desestabilización. Recientemente el senador estadounidense Marco Rubio, declaró que Estados Unidos sancionará a los responsables de las muertes en Nicaragua, ratificando así el deseo intervencionista de Washington en esa nación latinoamericana.

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