Continentes con Fernando Buen Abad y Jorge David Aljovín: Andrés Manuel López Obrador y la derecha mexicana

La llegada al poder de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) supuso un cambio radical en la política mexicana de las últimas décadas.

Mientras en gran parte de la región gobernaban mandatarios progresistas y populistas, México mantenía una política de tinte neoliberal y alineada con Estaos Unidos. A contramano de la situación regional actual, donde la derecha viene avanzando a grandes pasos, México dio un importante giro hacia la izquierda. Lo que generó nuevas lecturas respecto a la actualidad regional y sumó un nuevo aliado hacia los países que aun mantienen Gobiernos de izquierda, como Venezuela y Bolivia.

Hacia el interior del país, AMLO pisó fuerte y trajo propuestas e implementó políticas para comenzar a transformar un Estado surcado profundamente por el narcotráfico y la corrupción. Probablemente una de sus políticas más destacables sea el combate al robo de combustible que llevó a cabo.

Pero por supuesto este camino de transformaciones es visto con desconfianza y rechazo por la derecha mexicana. Además de las cuestione ideológicas que los separan profundamente, la imposibilidad de hacer negociados turbios con el estado, es un factor importante que lleva a la derecha a oponerse a AMLO.

Hace unos días, la derecha mexicana convocó a una gran marcha para pedir la renuncia de López Obrador. Muchos mexicanos de a pie protestaron en las principales ciudades del país. El expresidente Vicente Fox estuvo presente. Otro exmandatario Felipe Calderón convocó a todos los descontentos a sumarse a su partido político. Sin embargo, se calcula que unos 15 000 mexicanos fueron os que salieron a las calles, un número bajo para una población de casi 125 millones de personas.

Ante esta situación AMLO mostró altura política y saludó la manifestación que consideró natural y saludable para una democracia en la que todos son libres de expresarse.

Pero se sabe que detrás de estos ciudadanos independientes, detrás están los grandes medios de comunicación, los dirigentes de las derecha mexicana y muy probablemente intereses extranjeros, principalmente de Estados Unidos. Se trata de un libreto ya muy conocido en la región y en el mundo, donde las redes sociales cumplen un rol fundamental.

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