• Continentes con Alejandro Olmos Gaona y Alberto López Girondo: Las mafias y el FMI
sábado, 29 de diciembre de 2018 4:44

Hace unos días el Tribunal Supremo (TS) español condenó al antiguo director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, a cuatro años y medio de prisión por el delito de apropiación indebida, en el caso de las llamadas tarjetas black.

Según el propio fiscal, el que también fuera vicepresidente económico del José María Aznar utilizó el prestigio que le daban estos dos cargos para transmitir un “ficticio mensaje de solvencia y buenas perspectivas muy alejadas de la realidad”.

Se esperan más condenas a Rato en investigaciones que tienen que ver con su Administración al frente de Bankia y por el origen de su patrimonio. Esta última en el marco de una megacausa que investiga la comisión de delitos contra la Hacienda Pública y de blanqueo de capitales. Pero las causas judiciales en delitos económicos parecen ser un patrón en quienes están al frente del FMI.

La actual presidente Christine Lagarde asumió el cargo ya empapada de escándalos. Ya estando al frente del FMI Lagarde fue condenada por la justicia francesa por un caso de desvíos de fondos públicos, durante su mandato como ministra de Economía en Francia.

La Corte de Justicia de la República consideró que Lagarde fue negligente al no presentar en 2008, durante la presidencia de Nicolás Sarkozy, un recurso para anular una decisión arbitral en la que se concedió al empresario Bernard Tapie una indemnización de más de 400 millones de euros, provenientes de las arcas del Estado.

Pero más allá de cada uno de los casos, lo que llama la atención es que quienes dirigen el organismo económico internacional más importante del mundo, que endeuda a los países más pobres y los lleva a la bancarrota, sean personas con problemas judiciales en sus propios países, y justamente por delitos económicos.

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