El objetivo es acabar la campaña militar saudí contra el país, iniciada desde el 2015.
En su página Twitter, el embajador británico en Yemen, Micheal Aron, se dirigió al portavoz del movimiento popular Ansarolá, Mohamed Abdusalam. Le dijo que lo espera ver en Suecia, junto a su delegación, para los diálogos entre el movimiento que dirige, y la representación liderada por el expresidente yemení, Mansur Hadi, aliado de Riad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) busca reanudar las conversaciones de paz. Para ello mandó, hace días, a su enviado especial para Yemen, Martin Griffiths, a Yemen y Arabia Saudí para discutir el tema, en un intento para que las partes acuerden un marco para la paz, y un órgano de gobierno de transición.
El titular de la ONU también pidió el cese de las hostilidades, sobre todo en la infraestructura de ayuda clave de Al-Hudayda. Este puerto es crucial para el acceso de ayuda humanitaria e importaciones a Yemen.
La ronda anterior de los diálogos de paz, celebrada en septiembre en Ginebra, fracasó porque la coalición árabe, que controla el espacio aéreo de Yemen, no permitió el tránsito a los aviones omaníes para el traslado de la delegación de Ansarolá a Suiza, donde estaban previstas las consultas.
Arabia Saudí se encuentra bajo presión para acabar su guerra contra Yemen, sobre todo tras el asesinato del periodista y crítico del régimen saudí, Yamal Jashoggi, en el consulado saudí en Estambul. Tras casi 4 años del conflicto, se espera que los próximos diálogos de paz puedan finalizar una guerra, que ha dejado más de 14 mil muertos y 14 millones de personas al borde de la hambruna.
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