El lunes, 16 de diciembre, Mohammad Abedini Nayafabadi, de 38 años, graduado en ingeniería mecánica por la prestigiosa Universidad Tecnológica Sharif, fue detenido por la policía italiana en el aeropuerto de Milán mientras se preparaba para viajar a Suiza. La detención, realizada a petición de Estados Unidos, y el Buró Federal de Investigaciones (FBI) de EE.UU. busca extraditarlo al territorio estadounidense para enfrentar los cargos en su contra.
Mientras tanto, Mahdi Mohamad Sadeqi, de 42 años, un iraní residente en Estados Unidos, fue arrestado por el FBI en su casa en Natick, Massachusetts, aproximadamente a la misma hora.
Las autoridades federales de EE.UU. acusan, sin prueba alguna, a ambos detenidos de equipar drones supuestamente utilizados en un ataque contra las fuerzas estadounidenses en Jordania ocurrido en enero de este año, acusación que Irán ha rechazado rotundamente por carecer de fundamento.
El ataque, llevado a cabo por grupos de Resistencia iraquíes el pasado 28 de enero contra un puesto militar estadounidense en Jordania conocido como Torre 22, mató a tres soldados estadounidenses e hirió a otros 47. El FBI afirma que el equipo utilizado en el ataque con drones fue suministrado por estos dos individuos.
Un colega universitario de Mohamad Abedini dijo a la agencia iraní de noticias Tasnim que Abedini es ciudadano iraní y director ejecutivo de la empresa iraní Sanat Danesh Rahpuyan Aflak, especializada en equipos de medición de precisión.
Los productos de la empresa tienen diversas aplicaciones, incluidas tecnologías médicas y deportivas. Sin embargo, el Gobierno estadounidense ha inventado cargos, alegando que el equipo se utilizó en drones involucrados en el ataque de enero al puesto militar estadounidense en Jordania.
En esta línea, la fuente anónima y colega universitario de Abedini, explicó que, debido a su tecnología avanzada, el equipo producido por estas empresas tiene usos multipropósito. Una vez vendidos legalmente en los mercados iraníes, los productos pueden ser comprados y utilizados por cualquier persona o entidad.
Abedini también dirigía una empresa con sede en Suiza, Illumove SA, que se centraba en la fabricación de equipos de captura de movimiento. Todas las actividades de estas empresas se llevaban a cabo bajo la supervisión legal y financiera del Gobierno suizo.
El pasado 18 de diciembre, el Departamentos de Estado y del Tesoro de Estados Unidos anunció sanciones a varias personas y entidades iraníes y no iraníes, entre ellas las empresas de Abedini con sede en Irán y Suiza.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Tesoro afirmó que dichas firmas y sus gerentes habían sido sancionados por su supuesto papel en el desarrollo y adquisición de componentes para sistemas de navegación sensibles para la Organización de la Yihad de Autosuficiencia, una entidad dirigida por el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) Irán.
Desde que fue detenido, la familia de Abedini ha perdido todo contacto directo con él. El colega del arrestado enfatizó que la falta de comunicación formal con la embajada iraní y la negación de acceso a Abedini constituye un claro caso de secuestro.
“Aunque se demostraran las acusaciones, lo adecuado habría sido impedir su entrada en Europa o Estados Unidos, no detenerlo basándose en acusaciones infundadas”, afirmó la fuente.
Desde hace dos días, la Cancillería iraní, a través de su consulado en Italia, ha puesto en marcha amplios esfuerzos para conseguir la liberación de Mohamad Abedini o al menos obtener información sobre su estado. Se espera que estos esfuerzos den resultados antes de que se emprenda cualquier acción judicial en su contra.
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