Según ha informado la agencia local Saba News, las unidades misilísticas del Ejército de Yemen han golpeado con un misil balístico de corto alcance tipo Badr-1 la ciudad industrial de Jizan, en el suroeste de Arabia Saudí, dejando grandes daños en las instalaciones saudíes.
Los medios saudíes, citando al coronel Turki al-Maliki, portavoz del Ejército de Arabia Saudí, han alegado que dicho misil ha sido interceptado y destruido por los sistemas de defensa antiaérea del país, y precisan que los restos de este proyectil impactaron en áreas residenciales de Jizan sin causar heridos.
El domingo, las tropas yemeníes, apoyadas por las fuerzas populares de Ansarolá, han disparado por la noche varios cohetes Katyusha contra un campo militar de Al-Hayar, en la provincia de Asir (suroeste), causando bajas entre los soldados saudíes.
Estos ataques de las fuerzas yemeníes se producen en represalia a bombardeos continuos de aviones de combate saudíes sobre zonas residenciales en la provincia de Saada, en el norte de Yemen, y otros puntos del país árabe. El último ataque saudí dejó al menos cuatro muertos y decenas de heridos, incluidos mujeres y niños.
Desde marzo de 2015, el régimen saudí y sus aliados llevan a cabo una brutal campaña militar contra Yemen con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, y hacer frente a Ansarolá.
La comunidad internacional, sobre todo la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha hecho llamados insistentes al régimen de los Al Saud para que ponga fin a esta “estúpida guerra” que ha dejado más de 10 000 muertos.
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