El mandatario venezolano, en referencia a las explosiones que se registraron durante la última semana en varias refinerías y centros de producción y distribución de gas en diferentes partes del país suramericano, puso de relieve que el imperialismo mantiene planes de conspiración en busca de afectar la estabilidad política de Venezuela.
“¿Qué es lo que más ataca al imperialismo? La estabilidad política y la paz. ¿Qué es lo que más busca el imperialismo contra Venezuela? Afectar la estabilidad política, mantener una conspiración permanente”, alertó Maduro el domingo en la clausura de los debates nacionales denominados ‘Congreso del Bloque Histórico’.
El presidente recordó que la derecha fascista tras los comicios del 28 de julio, utilizando como arma el proceso electoral, intentó afectar gravemente la paz, la estabilidad política y no permitir el curso pacífico del desarrollo de la vida del país.
Destacó que la oligarquía continúa subestimando al chavismo y a su fuerza de cambio. “La oligarquía y el imperialismo viven en un estado de delirio megalomaníaco y creen que están solos en el ring, nos subestiman y no saben que nosotros somos la fuerza telúrica de la historia”, afirmó.
Al denunciar que el “imperialismo tiene un objetivo, matarme”, Maduro aseguró que él “pudiera estar o no estar”, pero la Revolución Bolivariana siempre existirá, estará victoriosa y en el poder político. “Es el pueblo bolivariano, eso va a trascender”, dijo.
Luego de la victoria del presidente Nicolás Maduro en las elecciones del último 28 de julio, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y los movimientos sociales que apoyan al gobierno comenzaron un amplio proceso de debate y organizaron el ‘Congreso del Bloque Histórico’ para definir las líneas centrales del nuevo Gobierno.
Más de 6000 delegados de todo el país debatieron hasta el sábado cómo hacer realidad las 7 transformaciones que propuso el presidente Maduro hacia el 2030.
Tras la victoria en las urnas de Maduro el 28 de julio pasado, la ultraderecha de ese país orquestó un nuevo intento golpista y desestabilizador e incentivó una ola de violencia en la nación bolivariana.
De igual manera, los Gobiernos de Estados Unidos y de otros países latinoamericanos cuestionaron luego la legitimidad del proceso electoral y reclamaron una supuesta victoria del candidato opositor Edmundo González, el abanderado de la extrema derecha.
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