El ministro venezolano de Exteriores ha exigido este jueves ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU) el cese del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno estadounidense contra Caracas, así como la devolución de empresas y demás activos a la nación bolivariana.
“Las medidas coercitivas unilaterales violan abiertamente los derechos humanos, producen muerte, hambre, pobreza, desigualdades, para generar la desestabilización de los sistemas políticos de las naciones afectadas”, ha censurado Arreaza.
En esta misma línea, el máximo diplomático venezolano ha repudiado que el criminal bloqueo estadounidense afecta más a las poblaciones más vulnerables del país, quienes sufren por la falta de acceso a alimentos y medicinas.
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Las medidas coercitivas unilaterales violan abiertamente los derechos humanos, producen muerte, hambre, pobreza, desigualdades, para generar la desestabilización de los sistemas políticos de las naciones afectadas”, ha censurado el canciller venezolano, Jorge Arreaza, en rechazo al bloqueo económico impuesto por EE.UU. contra Venezuela.
Arreaza ha condenado además la hipocresía de ciertos países regionales y occidentales respecto a la situación en Venezuela, pues los mismos gobiernos que apoyan las sanciones contra Caracas, luego salen pidiendo “ayuda humanitaria” para el país sudamericano.
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“No debería haber un miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que imponga medidas coercitivas contra un pueblo y tampoco miembros del Consejo de Derechos Humanos que no lo condenen”, ha enfatizado.
El Gobierno venezolano ha denunciado en reiteradas ocasiones la imposiciones de medidas coercitivas por Estados Unidos contra la nación bolivariana, y ha alertado que el bloqueo de Washington a Venezuela no solo es para golpear a Caracas, sino que es un ensayo para intervenir en otros países de la región.
Las injustas sanciones estadounidenses han provocado la ira del pueblo venezolano, que han salido en múltiples ocasiones a las calles para celebrar manifestaciones y recolectar firmas en rechazo a las medidas imperialistas y coercitivas de la Casa Blanca.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha recurrido a la guerra económica y amenazas intervencionistas, en un intento fallido para provocar un golpe de Estado y forzar el derrocamiento de su par venezolano, Nicolás Maduro, quien asumió el cargo tras haber sido democráticamente reelegido en las elecciones de mayo de 2018, con más del 67 % de los votos.
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