Este arresto no solo simboliza un nuevo capítulo de la opresión contra la comunidad chií, sino que también ha estado acompañado por un acto de brutalidad contra su hijo, Ja’afar, y un acompañante, quienes sufrieron ataques físicos y verbales, tal y como informa PressTV.
El arresto se produjo cerca de la oficina del gran ayatolá Muhammad Husein Fadlalah, una de las figuras más reverenciadas del chiismo, en una ciudad que alberga el santuario de Sayyida Zaynab, hija de Imam Ali, un lugar de profundo significado religioso para la comunidad chií.
Uno de los testigos denunció en la red social X que los responsables de la agresión fueron “milicias y bandas sin ley ni honor”, en referencia a las fuerzas paramilitares y grupos radicales que han ganado poder desde la salida del expresidente de Siria, Bashar al-Asad.
Horas después, surgieron informes que confirmaban la liberación de Al-Khatib, aunque las circunstancias exactas de su detención y posterior puesta en libertad permanecen envueltas en el hermetismo.
La persecución sistemática contra la minoría chií
Este nuevo acto de violencia se enmarca en una ola de represión y ataques selectivos contra figuras chiíes y otros sectores considerados disidentes por la milicia Hayat Tahrir Al-Sham, que gobierna Siria.
El arresto de sheij Adham al-Khatib se suma a una serie de asesinatos de científicos y académicos sirios, lo que ha despertado temores sobre una purga sistemática similar a la que tuvo lugar en Irak tras la invasión estadounidense en 2003, cuando la élite intelectual y científica del país fue objetivo de ejecuciones selectivas.
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