En una nueva reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) para abordar “expediente químico” de Siria, Basam al-Sabaq, representante permanente del país árabe ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha repudiado la celebración de tantas citas, sin realizar una sobre los efectos negativos de las medidas coercitivas impuestas por el Occidente contra la nación siria.
“El frenético empeño de los países occidentales por celebrar estas reuniones para repetir los mismos discursos que acusan a Siria es inaceptable y no concuerda con sus obligaciones en virtud de la Carta de las Naciones Unidas de mantener la paz y la seguridad internacionales”, resaltó.
Rechazó las falsas acusaciones del Occidente sobre el uso de armas químicas, pues carecen de base legal y profesional, y se enmarcan en las campañas hostiles destinadas a socavar la seguridad y la estabilidad de Siria.
En este sentido, aseguró que Damasco no reconoce el llamado “Equipo de Investigación e Identificación” de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y sus métodos de trabajo erróneos y poco profesionales que llevan a conclusiones falsas.
El Gobierno sirio ha negado en reiteradas ocasiones haber lanzado ataques químicos contra su pueblo, y acusa a los países occidentales, bajo la tutela de EE.UU., de escenificar estos ataques para tensar la situación y justificar sus intervenciones militares en el país árabe.
De hecho, con el mismo guión, EE.UU., el Reino Unido y Francia lanzaron el 14 de abril de 2018 una ofensiva militar a gran escala contra Siria, sin contar para ello con la autorización del CSNU.
Damasco, por otro lado, denuncia las sanciones de EE.UU. y otros países de Occidente en su contra, advirtiendo que estas constituyen el “terrorismo más atroz” que enfrentan los sirios.
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