China se mantiene firme en la defensa de sus intereses nacionales y paga a Estados Unidos con la misma moneda. Pekín eleva del 84 al 125 por ciento los aranceles a los productos estadounidense, en respuesta a las tarifas aplicadas por Washington al gigante asiático, que ya ascienden al 145 por ciento. Un vocero de la cancillería china reitera el rechazo que la intimidación y la hegemonía estadounidenses.
La pugna comercial entre las dos principales economías del mundo gana en intensidad, incluso luego de que Estados Unidos suspendiera temporalmente las tarifas aplicadas a otros países. De acuerdo con el Centro de Comercio Internacional, con sede en Suiza y adscrito a Naciones Unidas, los aranceles recíprocos y las contramedidas podrían tener un impacto catastrófico en las economías de los países en desarrollo.
Ante este escenario de creciente incertidumbre, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea coordinan acciones durante una reunión celebrada en Polonia. El bloque advierte que está dispuesto a defender sus intereses económicos, de no llegarse a un acuerdo con Estados Unidos en materia de aranceles.
Mientras la pugna comercial entre Washington y Pekín parece no tener fin, los mercados globales se recienten de los graves efectos de la política arancelaria de Trump, que amenaza con sumir a la economía mundial en un nuevo período de recesión.
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