Según informó el miércoles la agencia oficial siria de noticias SANA, el nuevo convoy militar turco ha entrado en Idlib para reforzar su capacidad militar y aumentar su “apoyo directo” a las organizaciones terroristas desplegadas en el norte del territorio sirio.
De acuerdo al informe del medio sirio, los vehículos, que estaban cargados con armas, municiones y material logístico, ingresaron por el cruce fronterizo ilegal de Jerbet al-Yoz en dos lotes.
En este sentido, las fuentes locales agregaron que, de momento, los vehículos se han desplegado en los campos occidentales de Idlib y en la región de Yabal al-Zawiya, en el sur de la provincia.
SANA destacó que el despliegue de los 200 vehículos tuvo lugar un día después de que las fuerzas turcas enviaran otros refuerzos militares que incluían armamentos a los terroristas en la ciudad de Ras al-Ain, en la provincia de Al-Hasaka (noreste).
Conforme a la organización pro derechos humanos Human Rights Watch (HRW), con la llegada del nuevo convoy, el número de vehículos turcos que ha entrado en la zona desde septiembre, aumentará a 455.
El martes, el Parlamento de Turquía dio luz verde a los planes intervencionistas del presidente, Recep Tayyip Erdogan, extendiendo otros dos años (hasta octubre de 2023) la autorización para seguir la presencia militar en Siria e Irak.
Los analistas internacionales consideran tales medidas de Ankara como una “violación” de un país independiente, y agregan que Turquía está reforzando sus puestos militares en el suelo de Siria, ya que teme una repentina ofensiva del Ejército sirio contra los grupos terroristas restantes en Idlib.
De hecho, Damasco ha denunciado en reiteradas ocasiones la presencia militar de Turquía en su territorio como “ocupación”. Asimismo, considera que la principal razón que impulsa la escalada de tensiones en el norte del territorio sirio y, en particular, en Idlib, es el apoyo de Ankara a los grupos extremistas, por lo que exige la salida inmediata de las tropas turcas de su suelo.
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