Según ha informado la agencia siria oficial de noticias SANA, los hechos han sucedido este lunes, cuando un convoy militar del Ejército turco intentaba ingresar en las aldeas siria de Yamalo y Merekiz en la provincia nororiental de Al-Hasaka, pero fue bloqueado por decenas de pobladores.
Los sirios empezaron a arrojar piedras contra los vehículos blindados turcos y manifestaron su rechazo a la presencia ilegal de las tropas turcas y sus mercenarios terroristas en el país árabe.
Los soldados turcos no tardaron en responder y abrieron fuego contra los sirios para sofocar la reyerta y dispersar a la multitud, incluso secuestraron a algunos civiles, según reporta un corresponsal de SANA.
Más tarde, un grupo de terroristas, apoyados por Turquía, volvió a asaltar estos poblados, donde incendiaron zonas de cultivo de los agricultores sirios y demolieron las casas de varios manifestantes.
Las agrupaciones armadas, patrocinadas por Ankara, han intensificado recientemente sus ataques y actos criminales contra las posiciones de civiles y del Ejército sirio tanto en Al-Hasaka como en las provincias septentrionales del país árabe, entre ellas Alepo e Idlib.
El Gobierno de Damasco ha denunciado una y otra vez la presencia militar ilegal de Turquía en su país, así como su apoyo financiero, armamentista y logístico a las agrupaciones terroristas en las zonas septentrionales de Siria.
El representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas, Bashar al-Yafari, a mediados de mayo aseveró que Damasco considera “agresión y ocupación” cualquier presencia militar extranjera en su suelo, ya sea de Turquía o de Estados Unidos.
A su vez, el presidente sirio, Bashar al-Asad, ha defendido en múltiples ocasiones el derecho inalienable de Damasco de recuperar el control de cada centímetro del país de manos de agrupaciones terroristas y de toda fuerza invasora y ocupante.
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