En muchas ocasiones, las fuerzas estadounidenses habían entregado municiones y armas a los terroristas en el poblado de Al-Mansura, a unos 25 kilómetros al suroeste de Al-Raqa (noroeste de Siria), agrega el reporte, citando a una fuente cercana a las milicias kurdo-sirias apoyadas por EE.UU.
La fuente, que habló bajo condición de anonimato, ha dicho que los terroristas a veces daban oro y piezas arqueológicas saqueados en Siria a las fuerzas estadounidenses en Al-Mansura.
Los soldados norteamericanos, dice el informe, hicieron entrega también, en un momento dado, de un gran cargamento de armas de fabricación estadounidense, en el que iban incluidos proyectiles y municiones, al EIIL en Al-Tanf, un cruce fronterizo entre Siria e Irak donde EE.UU. ha instalado una base militar.
Aunque en la mayoría de las ocasiones un grupo compuesto por personas de origen kurdo y árabe se encargaba de realizar la operación de entrega de las armas, hubo varias veces en las que las tropas estadounidenses observaron directamente el proceso, indica el diario turco.
Sin el consentimiento del Gobierno sirio, Estados Unidos mantiene una presencia militar en el país árabe; solo en el norte de Siria posee unas 20 bases militares.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha advertido en varias ocasiones de un macabro plan de Estados Unidos para crear y entrenar en el norte de Siria a un nuevo grupo terrorista bajo su control, compuesto por tropas remanentes de bandas extremistas. Informes de inteligencia indican que la base militar de Al-Tanf es utilizada regularmente para este fin.
Las autoridades sirias, por su parte, han condenado, numerosas veces, la presencia de tropas occidentales en la estratégica zona de Al-Tanf y han aseverado que Washington ha creado un agujero negro con miras a frenar el avance del Ejército sirio frente a los terroristas.
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