El alijo de armas, que incluye granadas de mortero, balas de RPG, rifles de asalto y diversos tipos de municiones, en su mayoría de fabricación del régimen de Israel, estaba escondido en un depósito en las aldeas de Al-Qasir y Koya, últimos bastiones dominados por el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Daraa, han informado este jueves medios locales.
Las tropas sirias también han encontrado alimentos y suministros médicos de procedencia israelí y saudí en estas localidades.
En otra operación similar, las fuerzas sirias confiscaron el martes decenas de artefactos explosivos improvisados, granadas y armas israelíes en un escondite de los terroristas en la provincia meridional de Rif Damasco.
Desde la irrupción de la crisis siria en 2011, Israel alentó, más que nadie, la destrucción de Siria mediante apoyos logísticos que ofreció a los grupos armados que operan contra el Gobierno de Damasco.
Damasco en reiteradas ocasiones ha denunciado el respaldo de Israel a las agrupaciones terroristas y los llamados rebeldes que operan en el país árabe; tal como corroboran informes al respecto.
Sin embargo, y pese al apoyo extranjero a las bandas terroristas, el Ejército sirio ha logrado en los últimos meses recuperar decenas de ciudades y localidades del centro y sur de Siria, que habían caído en las garras de los extremistas, y tiene planeado de modo inminente lanzar una operación en la provincia norteña de Idlib, considerada el reducto más importante de los grupos armados en el país.
Este mismo jueves, el director de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa de Rusia, el coronel general Serguéi Rudskói, ha informado que el Ejército sirio, apoyado por las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia, se ha hecho con el control total de las provincias sureñas Al-Sweida, Daraa y Al-Quneitra, cerca del Golán ocupado.
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