De acuerdo con esta organización que estudia las consecuencias del conflicto en Siria, 123 de las 2154 personas perdieron la vida en el último mes.
Sin embargo, existe la posibilidad de que la cifra de muertos sea mucho mayor por los cientos de desaparecidos y detenidos de los que no se tiene información alguna.
Del total de víctimas mortales, 1362 eran civiles, incluidos nueve niños y 19 mujeres. Además gran cantidad de los muertos, unos 930, pertenecían a la tribu Al-Shaitat, que combate al EIIL en la ciudad oriental de Deir al-Zur, indica el balance.
Asimismo señala que 137 de las personas ejecutadas eran integrantes de grupos terroristas rivales a Daesh, como el Frente Al-Nusra, afiliado a Al-Qaeda, mientras que 529 eran miembros de las fuerzas que apoyan al Gobierno legítimo del presidente sirio, Bashar al-Asad.
Estas muertes no se produjeron en combate, sino que fueron casos de decapitación, lapidación o fusilamiento, entre otras formas de ejecución.
Damasco, desde un inicio, ha acusado a algunos países como Arabia Saudí y Turquía de apoyar a los grupos armados y terroristas que actúan contra el Gobierno sirio, y han provocado una verdadera catástrofe humanitaria en el país árabe.
Cabe señalar que el pasado 28 de marzo, el grupo terrorista Frente Al-Nusra, con el apoyo de otros grupos extremistas, tomó la ciudad de Idlib (noroeste de Siria).
El Gobierno de Damasco acusó a Turquía y Jordania de apoyar al grupo terrorista Frente Al-Nusra en la caída de Idlib.
Con anterioridad el OSDH había anunciado que la violencia desatada por las bandas terroristas en Siria desde 2011 ha causado más de 215.000 muertos y 7,6 millones de desplazados.
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