“Una simple dosis produce anticuerpos específicos del virus y células T (que atacan al coronavirus) en catorce días”, ha anunciado recientemente la general Chen Wei, experta del Ejército que participa en el proyecto y ha luchado contra el SARS y el ébola.
La Administración Nacional de Propiedad Intelectual ha aprobado la patente de la candidata a vacuna desarrollada por la farmacéutica local CanSino Biologics en colaboración con la Academia de Ciencias Militares.
Con el nombre de Ad5-nCoV, está siendo ya probada en el Ejército y este mes empezará su tercera y última ronda de ensayos, que debe llevarse a cabo en decenas de miles de personas para comprobar su efectividad. Como en China solo hay ahora 612 casos activos de coronavirus, la firma CanSino está en conversaciones con otros países más afectados por la pandemia, como Rusia, Brasil y Chile, para probarla allí.
Tras el estallido del coronavirus en Wuhan en enero, Chen y su equipo de virólogos y epidemiólogos se trasladaron a la ciudad y montaron un laboratorio de campaña para empezar sus investigaciones. Basándose en la vacuna contra el ébola que habían desarrollado, el Ejército vuelve a colaborar con la compañía CanSino, que fue fundada en 2009 en la ciudad portuaria de Tianjin, cercana a Pekín.
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