El glioblastoma multiforme es un cáncer particularmente mortal, de forma que una persona diagnosticada con este tipo de tumor cerebral generalmente sobrevive 15 meses, si se le da la mejor atención, según informa Science Daily.
Nuestros experimentos confirmaron que se necesita NF-kB para que prolifere la célula cancerosa (…) Hemos encontrado finalmente una manera de mejorar el tumor para aumentar la vida útil", según los científicos.
En este trabajo, los investigadores del Instituto Salk, en La Jolla, California (EE.UU.) se centraron en un factor de transcripción llamado factor nuclear kB (NF-kB o). Un factor de transcripción es una proteína que se une al ADN y controla el destino de la expresión génica para un conjunto particular de genes.
Varios factores conocidos pueden desencadenar la actividad de NF-kB en una célula, como la radiación ultravioleta e ionizante, proteínas inmunes (citoquinas) y el daño del ADN.
En el caso del glioblastoma multiforme, los científicos del Instituto Salk realizaron una batería de pruebas para mostrar cómo demasiada actividad de NF-kB llevó a las células cancerosas a proliferar y cómo parar NF-kB desaceleró el crecimiento del cáncer y elevó la supervivencia.
"Nuestros experimentos confirmaron que se necesita NF-kB para que prolifere la célula cancerosa (…) Hemos encontrado finalmente una manera de mejorar el tumor para aumentar la vida útil", dice Dinorah Friedmann-Morvinski, primera autora de la investigación.

Los científicos sospecharon durante mucho tiempo que una de las razones por las que el glioblastoma multiforme vuelve tan rápidamente después de la cirugía es el llamado microambiente tumoral. En otras palabras, un tumor cambia el ambiente de su entorno (tejidos cercanos) para que sea más fácil para las células cancerosas prosperar, explica Verma.
En lugar de utilizar herramientas genéticas, el equipo intentó tratar los tumores cerebrales de una manera que también cambió el microambiente tumoral. Los científicos dieron a los ratones un péptido (llamado NBD) que se sabe que bloquea la actividad de NF-kB cuando lo activan las citocinas (proteínas producidas por el sistema inmune).
El péptido NBD viaja fácilmente a través del sistema nervioso central y puede penetrar con éxito en las células tumorales de glioblastoma.
Los ratones tratados con el péptido NBD duplicaron su tiempo típico de supervivencia en comparación con los roedores que no lo recibieron.
"Podríamos aumentar el tiempo de supervivencia de un mes sin tratamiento a tres meses con el tratamiento -celebra Verma. Eso es un aumento profundo en la esperanza de vida, especialmente teniendo en cuenta que un ratón sólo vive durante dos años", señalan los científicos.
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