“Ahora, cuando nos ofrecen ‘tratos’ normales (como dice Donald Trump), lo tomamos en el buen sentido. Entendemos perfectamente cómo es un acuerdo mutuamente beneficioso, lo que nunca hemos rechazado, y cómo es un acuerdo que podría llevarnos a una ‘trampa’”, declaró Lavrov el martes en una entrevista con el diario ruso Komersant.
La cautela de Rusia con respecto a las negociaciones con EE.UU. sobre Ucrania, se funda en experiencias pasadas.
El pasado 18 de marzo, el presidente ruso, Vladímir Putin, y Trump mantuvieron una conversación telefónica en la que, entre otras cosas, el mandatario ruso aceptó la idea de que las partes en el conflicto ucraniano se abstuvieran mutuamente de realizar ataques contra las instalaciones energéticas durante 30 días y dio las correspondientes instrucciones a los militares rusos.
Posteriormente, Kiev afirmó que apoyaría esta propuesta; sin embargo, violó sistemáticamente el acuerdo, al bombardear una estación de petróleo en el sur de Rusia, solo unas horas después de la conversación entre Putin y Trump. Kiev violó más de 101 veces la moratoria entre el 18 de marzo y el 14 de abril.
Lavrov dijo en sus declaraciones a Komersant que la política exterior de Trump se basa en la defensa de los intereses nacionales de EE.UU., pero el presidente estadounidense está dispuesto al diálogo con otros países cuando estos intereses coinciden.
Al mismo tiempo, el canciller ruso subrayó que, tras restablecer las relaciones con Washington, Moscú no debe permitir una nueva dependencia en los ámbitos económico, técnico, militar y otros.
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