Al presente la inflación se ha convertido en un dolor de cabeza para la economía rusa y para los consumidores que han visto subir los precios de los alimentos básicos en los supermercados. El presidente ruso, Vladimir Putin, dio la bienvenida a los resultados, diciendo que eran buenos" y "satisfactorios, pero reiteró su deseo de que la inflación baje de su elevado nivel del 9,5% en 2024.
El crecimiento económico ruso para 2024 ofrece mejores indicadores que países como Estados Unidos, Alemania y Francia. El Banco Central Ruso, al detectar signos de sobrecalentamiento económico, ha mantenido su tasa de interés de referencia en 21%, el nivel más alto en 20 años en un esfuerzo por reducir la inflación. Las altas tasas de interés, junto con la escasez de mano de obra, han tensado la economía en los últimos meses.
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