El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que los ataques ucranianos en Crimea, anexionada a Rusia en 2014, serían “extremadamente peligrosos”.
Este viernes se realizará una reunión del Grupo de Contacto para la Defensa de Ucrania, el llamado formato Ramstein, donde se abordará el suministro de tanques a Kiev. A su vez, el expresidente ruso, Dmitri Medvédev, alertó a la OTAN que una derrota de Rusia en la guerra con Ucrania podría provocar el estadillo de una guerra nuclear.
El embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antonov, también enfatizó que suministrar armas a Ucrania, ya sean estadounidenses o de otros países de la OTAN, solo conduciría a un aumento de las bajas civiles y crearía dificultades adicionales en la ex república soviética.
Por su parte, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, indicó que Occidente convirtió a Ucrania en un punto de avanzada para las actividades subversivas en contra del Estado de la Unión entre Rusia y Bielorrusia. Subrayó también que Occidente está presionando a Kiev para que cree amenazas directas a los intereses de ambos países.
Moscú asevera que Occidente está poniendo en riesgo su propia seguridad al entregar ingentes suministros de armas a Ucrania, y advierte de que, de esta forma, los países occidentales están “echando leña al fuego” del conflicto, lo que “tendrá repercusiones trágicas”.
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