“Presten atención a las actividades militares que desarrollan Estados Unidos y la OTAN a 20 o 30 kilómetros de las fronteras rusas y verán que es falsa la tesis sobre la acrecida agresividad de Rusia”, ha dicho este viernes el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, el general de Ejército Valeri Guerásimov, en una rueda de prensa.
Guerásimov ha reprochado a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., los vuelos regulares de aviones y la presencia de las fuerzas navales de la Alianza Atlántica en los mares de Barents, Báltico y Negro.
Por otro lado, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia ha destacado la disposición de Moscú a “adherirse a un curso destinado a construir un diálogo constructivo” con la OTAN y con otros países para garantizar la seguridad internacional.
El militar ruso ha hecho tales declaraciones, en un momento en que las fuerzas rusas están realizando (del 21 al 26 de septiembre), los ejercicios a gran escala de tropas y planas mayores Kavkaz-2020 (Cáucaso 2020, en español) en los polígonos de Kapustin Yar y Ashuluk (Distrito Militar Sur de Rusia) y en los mares Negro y Caspio.
Con tales maniobras, Rusia pretende impulsar su preparación ante el creciente despliegue de las tropas de la OTAN en su cercanía, donde el bloque occidental realiza maniobras con bastante frecuencia.
En fechas recientes, EE.UU. y otros aliados de la OTAN han aumentado su presencia militar en Europa Oriental, lo que genera polémica por las tensiones actuales entre Bielorrusia y el Occidente, que se niega a reconocer la reelección del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko.
Rusia viene denunciando insistentemente en que la expansión militar de Estados Unidos, a la cabeza de las fuerzas de la OTAN y sus aliados occidentales cerca de sus fronteras, supone una amenaza directa para su seguridad nacional y, por tanto, se reserva el derecho a dar una respuesta contundente a cualquier agresión o violación de su soberanía.
El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigu, alertó a principios de septiembre que su país no está interesado en una nueva carrera armamentista, pero “se ve obligado” a perfeccionar sus capacidades combativas ante las acciones “inamistosas” de la OTAN.
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