“La propia Polonia difícilmente puede ser una amenaza para Rusia, pero como un país que está listo para proporcionar su territorio para la infraestructura militar de terceros países o una organización como la Alianza del Atlántico Norte —la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)—, esto representa una amenaza para nosotros”, dijo este viernes el portavoz presidencial de Rusia, Dmitri Peskov, durante sus declaraciones en una cadena radial rusa.
Estos comentarios se produjeron luego de que el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, tras la orden del presidente estadounidense, Donald Trump, al Departamento de Defensa (el Pentágono) sobre proceder a la retirada de 9500 de sus tropas de Alemania y reducir el número de militares desplegados allí, expresara el pasado 7 de junio su esperanza de que EE.UU. traslade a su país algunas de sus tropas que tiene previsto retirar de Alemania.
Al recordar la posición de la Federación Rusa, Peskov continuó diciendo que Moscú ha notado repetidamente la indeseabilidad de la deriva de la infraestructura militar de la OTAN hacia las fronteras de Rusia, afirmando que “esto provoca una respuesta”.
“Esto es desagradable para nosotros, y lo más importante, nos obliga a tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad de nuestro país”, añadió el portavoz de Kremlin.
Estados Unidos tiene actualmente 4500 tropas de rotación en Polonia y siempre ha estado buscando expandir su presencia militar mediante el despliegue de misiles en Europa del Este y cerca de Rusia.
Pese a las advertencias de Rusia, Varsovia y Washington comenzaron el pasado 4 de junio ejercicios militares de dos semanas en el noroeste de Polonia con la participación de aproximadamente 4000 soldados estadounidenses y 2000 fuerzas polacas.
Los lazos bilaterales de Moscú y el bloque militar occidental llevan ya años tan convulsionados como en tiempos de la Guerra Fría. Rusia dio por terminadas en abril toda su cooperación militar y civil con la Alianza Atlántica debido a su falta de voluntad para disminuir las diferencias.
El Gobierno ruso denuncia que la expansión militar de la OTAN cerca de sus fronteras supone una amenaza directa a su seguridad nacional y, por tanto, asegura que dará una respuesta contundente.
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