“No buscamos la guerra. Consideramos a los vecinos como hermanos y hemos optado por el diálogo y paz con el mundo. […] Queremos coexistencia pacífica con todos nuestros hermanos”, ha dicho este martes Masud Pezeshkian en un discurso pronunciado durante la inauguración de la 18.ª Exposición Internacional de Turismo e Industrias Relacionadas en Teherán.
Conforme al mandatario persa, el que “desata la guerra y el derramamiento de sangre” en el mundo no es Irán, sino aquel que “actúa con arrogancia, masacra a los demás, y proporciona armas de destrucción masiva a quienes matan a personas inocentes”, haciendo una referencia velada a Estados Unidos.
Pezeshkian ha cargado también contra el régimen sionista por matar a cientos de personas inocentes, entre ellos mujeres, niños, jóvenes, y ancianos en la Franja de Gaza, y “luego afirman defender los derechos humanos y combatir el terrorismo”.
Ha repudiado las afirmaciones de los responsables israelíes de que su objetivo es “traer la seguridad a la región”, mientras en realidad, desatan conflictos allí. “Si cesan sus masacres, la seguridad prevalecerá naturalmente”, ha zanjado.
Las declaraciones de Pezeshkian se producen en medio de la retórica antiraní del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre el programa nuclear iraní. El sábado, el magnate republicano amenazó a la República Islámica, diciendo que preferiría llegar a un acuerdo con Irán en lugar de “bombardearla hasta el infierno”.
Las autoridades políticas y militares de alto rango del país persa han respondido diciendo que, aunque la República Islámica no quiere una guerra, está totalmente lista para contrarrestar las amenazas contra su seguridad nacional e integridad territorial.
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