Durante una conversación telefónica con su homólogo tunecino, Mohamed Ali Nafti, el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Seyed Abás Araqchi pidió este sábado una postura coherente de los países islámicos a fin de contrarrestar el plan ilegal del presidente estadounidense, Donald Trump, para desplazar al pueblo palestino de la Franja de Gaza y apoderarse de esta zona.
Para el jefe de la Diplomacia persa, la idea es una extensión del proyecto colonial de Israel y Estados Unidos para “eliminar Palestina”, por lo que ha pedido una postura “firme y unida” de todos los países para frustrar esa “peligrosa conspiración”.
Araqchi valoró el apoyo y la solidaridad del pueblo y el gobierno de Túnez con la nación oprimida palestina durante la reciente guerra genocida israelí en Gaza, y solicitó una reunión extraordinaria de los cancilleres de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI).
El ministro de Exteriores tunecino, por su parte, expresó la rotunda oposición de su país con la idea de Trump. “Gaza y Cisjordania son partes inseparables de Palestina, y cualquier intento de desplazar a la población de Gaza es totalmente inaceptable”, subrayó.
Asimismo, dado que el objetivo fundamental de la creación de la Organización para la Cooperación Islámica es el apoyo a Palestina, el canciller tunecino saludó la propuesta iraní de celebrar una reunión del organismo.
Trump levantó una polvareda de reacciones en todo el mundo tras decir, en una rueda de prensa en Washington junto al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que Estados Unidos “se hará cargo de Gaza” después del alto el fuego entre Israel y el movimiento de Resistencia palestino HAMAS, y que Washington expulsará a todo el pueblo palestino del enclave.
Tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como casi toda la comunidad internacional se han opuesto a la idea, considerándola como un ataque a los principios fundamentales del derecho internacional y la Carta de la ONU.
Los críticos, entre ellos los aliados occidentales de EE.UU., creen que el plan sería el final de todo rescoldo de esperanza sobre la posibilidad de crear un Estado palestino soberano, y hundiría permanentemente en caos la región de Asia Occidental.
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