Publicada: sábado, 8 de febrero de 2025 5:24
Actualizada: sábado, 8 de febrero de 2025 6:22

El presidente de EE.UU., Donald Trump, reafirmó su llamado al “limpieza étnica” de los palestinos en Gaza durante su encuentro con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el martes.

Por: Alireza Akbari

En una conferencia de prensa conjunta en la Sala Este de la Casa Blanca —su primera desde su regreso al cargo el 20 de enero de 2025— Trump, quien también es un magnate inmobiliario, reiteró su postura sobre la franja de Gaza, sugiriendo que EE.UU. debería tomar control del territorio costero sitiado y expulsar permanentemente a los palestinos locales.

“EE.UU. tomará el control de Gaza, y también haremos un trabajo con ella. La poseeremos”, declaró Trump.

“La poseeremos y seremos responsables de desmantelar todas las peligrosas bombas sin explotar y otras armas que hay en el lugar, nivelar el sitio y deshacernos de los edificios destruidos, crear un desarrollo económico que proporcione un número ilimitado de puestos de trabajo”, señaló.

Sus comentarios sorprendieron a los periodistas presentes, algunos de los cuales le presionaron sobre la base legal de una toma de control por parte de Estados Unidos. Trump no ofreció una respuesta directa, limitándose a referirse a una “posición de propiedad a largo plazo”.

Sus palabras provocaron una inmediata reacción en las redes sociales, con muchos activistas en X (anteriormente Twitter) calificando sus declaraciones como “una de las ideas más descaradas que cualquier líder estadounidense ha propuesto en años”.

Los analistas enmarcaron lo que él denominó “imperativo humanitario” para Gaza como una maniobra estratégica que servía a los intereses del régimen israelí en la región. Expertos legales condenaron su propuesta como una flagrante violación del derecho internacional, citando la prohibición de la expulsión forzosa de los casi dos millones de residentes palestinos en Gaza.

La sugerencia de Trump de que EE.UU. “tomaría” y “poseería” Gaza suscitó aún más alarmas, con activistas advirtiendo que implicaba un plan para “limpiar” el territorio por la fuerza, algo que ya había mencionado el mes pasado.

Trump había lanzado la idea hace un mes, diciendo que pediría a los líderes de Jordania, Egipto y otras naciones árabes que aceptaran a la población sin hogar de Gaza y que reubicar a unos 1.5 millones de personas del territorio devastado por la guerra podría significar que 2simplemente limpiemos todo eso”.

“Es literalmente un sitio de demolición en este momento”, dijo Trump en ese entonces, refiriéndose a la magnitud de la destrucción causada por la guerra genocida israelí en Gaza, que duró más de 470 días.

Su mención de Jordania y Egipto como posibles lugares de reubicación para los palestinos generó más preocupaciones sobre el papel de Washington en la reconfiguración del futuro del territorio devastado por la guerra.

Estos comentarios surgen mientras se mantiene un frágil alto el fuego en Gaza tras 15 meses de genocidio que mataron a más de 47 000 palestinos, la mayoría de ellos niños y mujeres.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu (izda), y el presidente de EE.UU., Donald Trump, hablan durante una conferencia de prensa conjunta en la Sala Este de la Casa Blanca, 4 de febrero de 2025.

Protestas aumentan contra Trump

La indignación generalizada por los comentarios de Trump sobre Gaza desató una ola de furia y rechazo que rápidamente se tradujo en protestas masivas en las calles de Washington DC el miércoles.

Poco después de la conferencia de prensa conjunta, cientos de manifestantes marcharon afuera del lugar de la reunión, sosteniendo pancartas con lemas como: “No a la normalización, lucha hasta la liberación”, “Detengan la financiación estadounidense del apartheid israelí” y “Judíos de todo el mundo condenan la brutalidad israelí”.

Una pancarta que atrajo atención significativa decía “Orden de arresto,” en referencia a la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, por graves crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Gaza, incluidos cargos de asesinato, persecución y el uso del hambre como arma de guerra.

En otra protesta, los manifestantes se reunieron en Washington para corear: “Gaza no está en venta,” rechazando la afirmación de Trump sobre el control estadounidense del territorio palestino.

Grupos de Resistencia palestina también condenaron las declaraciones en los términos más enérgicos el miércoles.

La Yihad Islámica Palestina con sede en Gaza recordó a Trump que “15 meses de bombardeos implacables, con 80 000 toneladas de armamento estadounidense”, no habían logrado desplazar a los palestinos de Gaza.

Reafirmaron el compromiso palestino con la Resistencia contra la ocupación sionista.

“Nuestro pueblo palestino siempre ha tenido la opción de la resistencia, un camino que ha seguido durante más de un siglo, antes de Trump y después de él. De hecho, es una yihad de victoria o martirio”, recalcó.

El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) también condenó las palabras de Trump en un comunicado emitido el miércoles.

“Afirmamos que nosotros, nuestro pueblo palestino y sus fuerzas vivas, no permitiremos que ningún estado en el mundo ocupe nuestra tierra o imponga tutela sobre nuestro gran pueblo palestino, que ha ofrecido ríos de sangre para liberar nuestra tierra de la ocupación y para establecer nuestro estado palestino con Jerusalén como su capital”, declaró el movimiento con sede en Gaza.

HAMAS repitió la posición de la Yihad Islámica, enfatizando la firmeza de los palestinos en defender su tierra contra cualquier amenaza.

Sami Abu Zuhri, un alto funcionario de HAMAS, fue citado diciendo que el plan de reubicación propuesto por Trump para el territorio palestino era “una receta para crear caos y tensión en la región”.

“Nuestro pueblo en Gaza no permitirá que estos planes se materialicen”, remarcó. “Lo que se necesita es el fin de la ocupación y la agresión contra nuestro pueblo, no expulsarlos de su tierra”, agregó.

Ali Abunimah, un periodista palestino-estadounidense y director de The Electronic Intifada, señaló que las declaraciones de Trump expusieron abiertamente las intenciones de EE.UU., observando que “los planes malignos de EE.UU. se exponen abiertamente en lugar de pretender que les importa los palestinos mientras los asesinan masivamente como los demócratas genocidas”.

La cineasta y activista Abby Martin dijo que era “alucinante ver a Trump declarar planes de limpieza étnica junto a un fugitivo genocida sonriente”, refiriéndose al primer ministro israelí buscado por la CPI.

El destacado activista político canadiense Jagmeet Singh indicó que Gaza pertenece a Palestina, y a nadie más.

“Las amenazas de Trump son una locura total. Violan todas las leyes internacionales. Desestabilizan la región. Amenazan el alto el fuego. Canadá debe enfrentar esto con firmeza. Gaza no está en venta, le pertenece a los palestinos”, escribió en una publicación en X.

Los palestinos también reaccionaron con firmeza ante las declaraciones de Trump. La agencia de noticias Quds citó a un hombre palestino anciano diciendo: “No dejaremos nuestra tierra; somos firmes y nos quedamos en nuestra patria”.

“Lo que siento al escuchar esto es pura ira y dolor”, apuntó Abubaker Abed, corresponsal de Press TV en el norte de Gaza, en respuesta a los comentarios de Trump durante su reunión con Netanyahu.

“¿Cómo puede mi futuro ser decidido por otra persona? Este mundo está al revés. Estamos aquí. Y no nos vamos. La gente prefiere morir sola en Gaza antes que irse por la paz”, adujo.

Reacciones internacionales

Los líderes mundiales también reaccionaron con sorpresa e indignación ante las afirmaciones de Trump sobre Gaza.

“Seré muy claro: Gaza es la tierra de los palestinos y deben quedarse. Gaza es parte del futuro Estado de Palestina que España apoya”, afirmó el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares.

Un manifestante sostiene un cartel con una imagen del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en una manifestación en apoyo de los palestinos cerca de la Casa Blanca en Washington, DC, el 4 de febrero.

 

Los líderes de Australia, Irlanda, China, Nueva Zelanda y Alemania, así como un portavoz del Kremlin, condenaron las palabras de Trump.

La representante demócrata Rashida Tlaib criticó al presidente estadounidense recién elegido por “llamar abiertamente a la limpieza étnica” con la idea de reubicar a toda la población de Gaza.

Las declaraciones de Trump sobre Gaza también revivieron los recuerdos de un discurso del fallecido líder del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Seyed Hasan Nasralá, en febrero de 2017, en el que advirtió sobre la verdadera naturaleza de las políticas de Estados Unidos.

“Deberíamos agradecer a Trump por revelar una vez más la verdadera cara de la administración de EE.UU., una entidad racista, criminal, asesina y sedienta de sangre que confisca libertades, saquea riquezas, conspira contra los pueblos oprimidos”, precisó el icónico líder de la Resistencia libanesa en ese momento.

“Ni Trump, ni su padre, ni su abuelo, ni George Bush, ni su padre, ni su abuelo, ni ninguno de estos racistas pueden tocar el coraje, la voluntad, la convicción o la fe de siquiera un niño entre nosotros, mucho menos de nuestros hombres y ancianos”, puntualizó.

Las declaraciones de Trump el martes se produjeron menos de dos semanas después de que dijera a un grupo de periodistas mientras viajaba de Las Vegas a Miami que “simplemente limpiamos todo eso”, refiriéndose a Gaza.

También recordó una conversación con el rey Abdulá II de Jordania. “Le dije, ‘Me encantaría que tomes más responsabilidad porque estoy mirando toda la franja de Gaza ahora, y está un desastre’ ... Me gustaría que Egipto tomara a las personas”, declaró.

Los comentarios de Trump también reflejaron declaraciones previas de su yerno y exasesor Jared Kushner, quien, en marzo de 2024, habló en la Universidad de Harvard sobre la remoción forzosa de los palestinos de Gaza, declaraciones que también generaron críticas por parte de activistas políticos en ese momento.

En una entrevista publicada en el canal de YouTube de la Iniciativa para el Oriente Medio, un programa de la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard, Kushner sugirió que Israel debería “limpiar” Gaza y reubicar a los palestinos en el desierto del Néguev.

“La propiedad costera de Gaza podría ser muy valiosa... si la gente se enfocara en construir medios de vida”, dijo Kushner. Agregó, además, “Desde la perspectiva de Israel, haría todo lo posible por mover a la gente y luego limpiarlo”, insinuando un plan para desplazar a los palestinos.

El periodista Glenn Greenwald en una publicación en X dijo que Gaza ahora es escombros “debido al sociópata que está sentado junto a Trump sonriendo, sabiendo que posee Estados Unidos”.

“Los palestinos nunca se irán voluntariamente. Entonces, ¿Trump está proponiendo otra guerra de EE.UU. para Israel, esta vez para limpiar étnicamente Gaza y darle a Jared Kushner propiedades inmobiliarias?”, escribió.

El periodista sudamericano Pedro González hizo eco de Greenwald, vinculando las declaraciones de Trump y Kushner.

“No importa dónde te posiciones sobre la propuesta de Trump de extender el imperio estadounidense a Gaza, simplemente es incorrecto decir que esto fue una declaración al azar hecha en el momento. Jared Kushner, su yerno y exasesor senior, ha estado hablando de esto durante un tiempo”, escribió.

La reunión del martes también vio cómo una imagen de Trump ajustando la silla de Netanyahu para él se hizo viral.

Muchos observadores recurrieron a las redes sociales para interpretar este gesto como un símbolo de la sumisión del gobierno estadounidense al régimen israelí, algunos burlándose del eslogan “EE.UU. Primero”.


Texto recogido de un artículo publicado en Press TV.