El portavoz de la Cancillería iraní, Esmail Baqai, condenó enérgicamente el asesinato del responsable de los medios del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), Muhammad Afif, en un ataque aéreo israelí ocurrido el domingo en un barrio residencial en el centro de Beirut, capital libanesa. El crimen terrorista, dijo, confirmó aún más “la naturaleza inhumana” del régimen ocupante.
Consideró al mártir Afif como “la voz resonante del pueblo libanés y un símbolo de la fe en la misión de crear conciencia y esclarecer la opinión pública sobre la opresión […] del régimen ocupante y racista sionista. Él luchó hasta los últimos momentos de su bendita vida para hacerse eco de la voz de los justos y oprimidos pueblos del Líbano y Palestina”.
El vocero de la Diplomacia persa denunció que durante los últimos 13 meses del conflicto Israel había matado a unos 200 periodistas y personal de medios, y dijo que la matanza deliberada de periodistas forma parte del “plan de genocidio y el exterminio del pueblo palestino”. “Este acto busca intimidar a los medios de comunicación y obligarlos a detener la cobertura de los crímenes del régimen sionista”, avisó Baqai.
Recordó que el derecho internacional humanitario y en particular los Convenios de Ginebra de 1949 prohíben efectuar ataques intencionales periodistas. Por tanto, tildó el asesinato de Afif y de otros periodistas en Gaza y El Líbano de “un crimen de guerra” y pidió “una acción seria por parte de las Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional [CPI] para juzgar y castigar a los líderes del régimen de Israel”.
El diplomático persa aseguró que la sangre derramada de Afif o periodistas como Shireen Abu Akleh —asesinada en 2022 por disparos de militares israelíes en Cisjordania— “profundizará el desprestigio del régimen de Israel, así como de sus cómplices y aliados, y fortalecerá la determinación del pueblo libanés y palestino para resistir legítimamente contra la ocupación y el apartheid”.
Los periodistas en el enclave palestino enfrentan riesgos particularmente altos mientras cubren el conflicto en medio de ataques terrestres y aéreos israelíes, comunicaciones interrumpidas, escasez de suministros y cortes de energía.
Mientras que en EI Líbano, las oficinas de medios de comunicación y los periodistas siguen siendo atacados deliberadamente por agresiones aéreas y terrestres del régimen.
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