Al margen de la 16.ª Cumbre de los BRICS en la ciudad rusa de Kazán, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, y su homólogo chino, Xi Jinping, expresaron preocupación por la crisis actual en Asia Occidenta y calificaron el establecimiento inmediato de un alto el fuego, como la clave para reducir las tensiones en la región.
El mandatario iraní afirmó que la confianza mutua se materializará a través de proyectos conjuntos. “Nuestra comunicación debe basarse en un plan con un marco y un cronograma específicos en la Comisión Conjunta para la Cooperación Económica con el objetivo de ganar-ganar; esta forma de interacción conducirá a la profundización de las relaciones”, expresó Pezeshkian.
“China es nuestro amigo y socio comercial más importante”, resaltó el presidente persa y aseguró que mediante la ayuda mutua ambos países podrán enfrentar el totalitarismo de los países occidentales.
Asimismo, Pezeshkian señaló que lo que hoy ha puesto en peligro la paz en nuestra región es el apoyo incondicional de Estados Unidos y algunos países occidentales al régimen sionista.
En tal sentido, añadió que este régimen ha violado todas las líneas rojas, y “al matar a personas inocentes y civiles, han demostrado que no respetan ningún principio humano y jurídico”.
El presidente iraní declaró igualmente que la República Islámica de Irán considera que la guerra no beneficia a nadie, por lo tanto, no busca guerras ni el conflicto; sin embargo, “si alguien quiere atacarnos, recibirá una respuesta firme y decisiva”, avisó Pezeshkian.
Por su parte, el presidente Xi Jinping anunció la disposición de su país a profundizar las relaciones con la República Islámica de Irán, y enfatizó la necesidad de fortalecer la confianza mutua.
Xi añadió que Irán y China también pueden tener una cooperación útil en diversos campos, incluida la gobernanza y las cuestiones económicas, culturales y militares.
Irán y China firmaron en marzo de 2021 un acuerdo de cooperación estratégica de 25 años, lo que llevó sus lazos bilaterales a un nivel “integral y estratégico”. El pacto, para muchos expertos, constituye un gran desafío para Estados Unidos, un enemigo de Irán y rival de China que, ha hecho lo imposible para estrangular, sin éxito, la economía iraní con sus sanciones unilaterales y dañar al gigante asiático.
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