El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Naser Kanani, informó el lunes por la noche que “la República Islámica de Irán pronto anunciará una lista de sus sanciones recíprocas en respuesta a las recientes prohibiciones de la Unión Europea”.
Más temprano en esa jornada, los Veintisiete ampliaron sus sanciones contra Irán, añadiendo a otros 32 individuos y dos entidades del país persa a su ‘lista negra’ tras acusarlos de estar implicados en la supuesta represión de los disturbios ocurridos a mediados de septiembre tras la muerte de la joven iraní Mahsa Amini.
Se trata de la quinta tanda consecutiva de sanciones de la UE anunciada desde el inicio de los actos de violencia callejera en Irán, apoyados desde el exterior. Esta vez, el bloque ha apuntado contra dos miembros del Ejecutivo iraní, el titular de Cultura y Orientación Islámica, Mohamad Mehdi Esmaili, y el de Educación, Yusef Nuri.
Las autoridades iraníes denuncian, con pruebas, que los actos vandálicos y de caos ocurridos en las últimas semanas en el país bajo pretexto de la muerte de Amini, son parte de un plan diseñado y financiado desde Estados Unidos, Israel y varios países europeos para desestabilizar Irán y realizar un cambio del Sistema de República Islámica.
El domingo, el canciller iraní, Hosein Amir Abdolahian, lamentó, en una llamada telefónica con el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, que el club comunitario se apegue a la política “ineficaz” de sanciones del expresidente estadounidense Donald Trump contra Teherán y aplique el “doble estándar” y “explotar los conceptos de derechos humanos” con respecto a la República Islámica.
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