Las fuerzas israelíes han bombardeado este domingo el hospital Al-Ahli, ubicado en el norte de la ciudad de Gaza, mientras los médicos se apresuraban a evacuar a los enfermos y heridos.
El ataque tuvo lugar después de que el ejército israelí emitiera nuevas órdenes de desplazamiento para los residentes del campo de refugiados de Al-Nuseirat, en el centro, así como del sur de Jan Yunis, tras interceptar tres cohetes lanzados desde la Franja.
Según medios de comunicación, el personal médico se vio obligado a evacuar el hospital de forma urgente tras recibir amenazas directas del ejército israelí, que advirtió de un ataque inminente contra uno de los edificios del complejo hospitalario. La situación representó un peligro inmediato tanto para los pacientes como para el personal sanitario presente en el lugar.
El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha acusado a Israel de cometer un “nuevo crimen de guerra” en la Franja de Gaza.
HAMAS ha calificado el ataque israelí contra el Hospital Al-Ahli como una violación flagrante de las leyes y normas humanitarias internacionales, y ha subrayado que el ejército israelí actúa sin respeto alguno por los principios del derecho internacional.
Asimismo, el movimiento ha responsabilizado a Estados Unidos del “brutal crimen”, argumentando que Israel actúa bajo su protección diplomática, ya que Washington bloquea sistemáticamente todos los mecanismos internacionales destinados a exigir responsabilidades por los crímenes cometidos.
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