El representante permanente de Irán ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mayid Tajt Ravanchi, expresó la preocupación de Teherán sobre el programa nuclear de Israel durante su intervención el lunes en el segundo período de sesiones de la Conferencia sobre la Creación en Oriente Medio de una Zona Libre de Armas Nucleares y Otras Armas de Destrucción Masiva (ADM).
Consideró a Israel como el principal obstáculo para la creación de dicha zona, y subrayó que para eliminar dicho obstáculo, el régimen de Tel Aviv debe unirse a todos los instrumentos internacionales legalmente vinculantes relacionados que prohíben las armas de destrucción masiva.
Para lograr tal objetivo, agregó, “[el régimen de Israel] debe adherirse al Tratado de No Proliferación [TNP] sin ninguna condición previa mientras coloca todas sus instalaciones y actividades nucleares bajo las salvaguardias integrales de la Agencia Internacional de Energía Atómica”.
Cargó contra Estados Unidos por socavar los esfuerzos internacionales destinados a establecer una Zona Libre de Armas Nucleares y Otras Armas de Destrucción Masiva en la región y denunció el apoyo incondicional de Washington al programa secreto de armas nucleares de Israel.
“El rechazo de Estados Unidos e Israel a participar en la conferencia es un obstáculo importante para su éxito. En la práctica, cualquier posible tratado sobre el establecimiento de una Zona Libre de ADM en Asia Occidental carecerá de sentido y será ineficaz a menos que una entidad que posea todos los tipos de ADM se adhiera a él. Por lo tanto, se deben tomar las medidas necesarias para solucionar estos problemas”, subrayó Tajt Ravanchi.
Israel nunca ha revelado la cantidad de armas atómicas que posee, pero las estimaciones sobre el tamaño de sus reservas nucleares oscilan entre 80 y 300 ojivas, según un informe publicado en octubre de 2019 por el portal estadounidense The National Interest.
En la actualidad, el régimen de Israel es el único en la región que no se ha adherido al TNP, piedra angular del desarme nuclear y la no proliferación de las armas nucleares a nivel internacional.
A diferencia del régimen de Israel, Irán es un signatario del TNP y la AIEA no ha reportado ninguna desviación hacia fines militares en el programa nuclear iraní.
Tajt Ravanchi lamentó que algunos países hayan expresado “preocupaciones injustificadas” sobre el programa nuclear de Irán, y advirtió que estas afirmaciones son parte de los intentos deliberados para distraer la atención de la comunidad internacional de “la amenaza real para la región, es decir, el programa de armas nucleares israelí”.
Destacó que Irán tiene un largo historial de adhesión, entre los países de la región, a los instrumentos internacionales que prohíben las armas de destrucción masiva, incluidos el TNP, la Convención sobre las Armas Biológicas, la Convención sobre armas químicas y el Protocolo de Ginebra de 1925, así como el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
Aseguró que Irán nunca ha buscado ni buscará dotarse de armas de destrucción masiva, porque una fatwa (decreto religioso) del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, prohíbe cualquier producción, almacenamiento y uso de dichos armamentos, incluidas armas nucleares.
El diplomático persa consideró las armas de destrucción masiva como una “amenaza existencial para la paz y la seguridad mundiales”. “Esta amenaza ha sido más clara y más familiar en Oriente Medio, ya que esas armas ya han sido proliferadas y utilizadas en esta región”, dijo, haciendo referencia al uso de armas químicas por parte del dictador iraquí Saddam Husein, respaldado por Occidente, contra Irán durante los ocho años de la guerra impuesta a la joven República Islámica (1980-88).
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