En un comunicado publicado el viernes, el embajador de Irán en Francia, Bahram Qasemi, rechazó las acusaciones “delirantes” dirigidas a Teherán con respecto al ataque ocurrido el pasado 29 de julio contra un buque cisterna, de propiedad israelí, en el gofo de Omán, que causó dos muertos.
En este sentido, el diplomático iraní advirtió de que el régimen de Tel Aviv y sus aliados están “enfurecidos” por el nuevo enfoque del Gobierno de Washington, que al parecer busca una salida del estancamiento actual sobre el acuerdo nuclear con Irán.
“Israel y sus socios, en su camino del mal, están usando todos los trucos para crear una atmósfera destructiva y no constructiva para la escalada del belicismo”, indicó.
Ante tal coyuntura, ha agregado, Irán superará estas trampas “con más vigilancia que nunca […] y continuará deshonrando a los ocupantes, que están tratando de encender las llamas de la guerra. Irán hará que se arrepientan”.
Embajada de Irán en Londres reprocha las acusaciones
Por su parte, la embajada de Irán en el Reino Unido ha criticado este sábado las acusaciones infundadas hechas por Barbara Woodward, la embajadora británica en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sobre el presunto papel de la República Islámica en el incidente del buque israelí recalcando que “las acusaciones graves necesitan pruebas contundentes”.
Woodward destacó el vínculo de la economía global, los bienes y los alimentos con la seguridad del transporte marítimo, señalando que, es por esta razón que existe el derecho internacional, lo cual protege la “libertad de transporte”.
Al respecto, la embajada iraní ha denunciado la inacción de la comunidad internacional ante las sanciones ilegales que ponen en peligro los alimentos, los bienes y el transporte comercial de la República Islámica.
“Los alimentos, los bienes y el transporte comercial de Irán también se ven amenazados durante años por sanciones ilegales o ataques a sus embarcaciones, pero no hubo reacción. El derecho internacional se aplicará a todos y funcionará para todos”, ha dicho la sede diplomática iraní en un tuit.
Después de los informes del ataque al buque israelí, el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, y altos diplomáticos de EE.UU. y el Reino Unido no tardaron en acusar a Irán por perpetrar el ataque. Por el momento, ni Israel, ni nadie que insiste en culparle a Irán por la ofensiva, ha presentado pruebas o informes de inteligencia que respalden esas acusaciones.
Irán ha rechazado categóricamente cualquier implicación en dicho ataque o cualquier otro incidente cerca del estrecho de Ormuz, una importante ruta por donde cruza gran cantidad de los suministros mundiales de petróleo.
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